Da mucho juego

por José Luis Pedreira Massa

 

Cuando la inspiración se toma vacaciones y las musas duermen la siesta, cuando los plazos te apremian para entregar el artículo semanal y no hay forma y manera de encontrar un tema, o si lo hay no se carga de sustancia como para escribirlo, hay algo muy sencillo: mirar lo que durante la última semana ha dicho IDA desde ese lugar ida de todo lo que la circunda. Y entonces, ¡oh! magia divina: siempre encuentras algo, una frase, una actitud o contra-actitud de IDA y casi nunca de vuelta.

Esta semana IDA ha estado sembrada. Si hubiera querido decir algo sin sentido ni argumento, sin sostén ni evidencia, seguro, seguro que no le hubiera salido tan redondo. Efectivamente, pues a este articulista le ha tocado seleccionar, casi cada día decía algo sin tino ni sentido y aquí no pasa nada, no le pasa factura política a la zafiedad de su pensamiento y a la pobreza mental que trasmite.

Desde su brillante curriculum de paseante o community manager de Pecas (estelar mascota de una expresidenta de la Comunidad de Madrid)  ha saltado a ser presidenta de una Comunidad Autónoma de más de 6 millones de habitantes. Hay que contextualizar, la nombró alguien que en cuatro años solo había aprobado un par de cursos de derecho, habiendo agotado las convocatorias legales para continuar en una Universidad privada y que en unos pocos meses consiguió: traslado de matrícula, convalidación de lo hecho, matrícula de todas las asignaturas restantes y aprobar todas las materias de varios cursos en el tiempo record.

Pues esto es lo que hay, así que no es de extrañar que, sin aval de ninguna sociedad científica, sin criterio epidemiológico alguno, sin fundamento de planificación sanitaria y en contra de la racionalidad técnica competente, IDA decide crear un Hospital de Pandemias con, nada más y nada menos, más de 1.000 camas. Su objetivo: emular la rapidez de construcción de un hospital al levantado de Buham (China). Este peculiar “razonamiento planificador” configura la prioridad del ladrillo sobre la funcionalidad o el contenido.

Dando muestras de la absoluta maestría de la insuficiencia y de la incompetencia, a la hora de presentar “su” obra asegura que se abrirá sin necesidad de convocatoria de plazas de profesionales. Es decir, será el primer hospital del mundo que funcione con autoservicio sanitario por parte de los usuarios que allí lleguen. Luego aseguró que se cubrirían las plazas por desplazamiento de otros centros sanitarios, pero sería desvestir a un santo para vestir a otro y le recordaron que tanto los hospitales como, sobre todo la atención primaria, estaban muy tensionados y no aguantarían una agresión de este tipo. Nueva frase maestra: “todos los médicos me dicen que se pelean por ir a trabajar a un centro como ese”, es decir “todos los médicos”, ya ha hablado con ellos. Les aseguro que conmigo no lo ha hecho. Como no cuela, entonces rescata lo de las necesidades del servicio y serán asignados por destino obligatorio, como los sindicatos no lo van a aceptar, ahora se soluciona con los profesionales contratados para la covid-19, pero sus contratos son temporales y estarán siempre pendientes de un hilo.

En definitiva: ni sabe lo que es un hospital, tampoco se lo explican, ni sabe cómo realizar el gobierno de la sanidad (al menos), ni sabe lo que dice. El magnífico argumento aludido por IDA en la contestación a la parlamentaria Mónica García fue de un gran calado en la ignorancia y la desfachatez, la espetó: “la curva de contagios en la Comunidad de Madrid es el reflejo de la curva de su boca mustia”. Ahí se observa el nivelazo de IDA.

Efectivamente oscila entre el desconocimiento, el insulto, el desplante y mantener niveles de controversia paralizante, mezcla de niña consentida y de ignorante manifiesta con pizcas de incompetencia profunda. Su aviesa mirada en determinadas situaciones, con un rictus de la comisura de los labios y de contractura muscular facial, denotan una comunicación tipo a “te vas a enterar” y “te chinchas” con lo que digo.

Su desfachatez, en otras ocasiones, le pone en situaciones comprometidas como cuando se lió con la dirección del virus en las salidas de la casa, la vuelta a casa y el trayecto de contagio del virus. Vamos que era un “virus viajero” y las personas eran sus formas de transporte. Como ven muy rocambolesco y con déficit de fundamento.

Su opción está muy clara: le interesa la economía, no las personas. Así que ahora en Madrid nos confinan por días. A este paso cada mañana hemos de consultar si estamos o no estamos confinados, qué zonas son las confinadas y qué trayectos podemos hacer, sobre todo la ciudadanía que habitamos en el sur de Madrid, otra frase maravillosa de IDA sobre porqué en el sur había más contagios: los pisos más pequeños que en el barrio de Salamanca, los emigrantes que se amontonan, demasiada gente y muchas salidas y entradas para vivir y buscarse la vida. Imponente en sus razonamientos de honda raigambre científico-técnica de community manager de Pecas.

Mientras tanto la construcción del hospital de pandemias se va de presupuesto, con una desviación cercana al 100%, más que desviación es un error de cálculo consciente cual fraude galopante. El incremento de privatización de servicios es ya un clamor y un escándalo, a la realizada con los rastreadores se une la contratación de un hospital privado para “ayudar” al Hospital Universitario Gregorio Marañón por una cifra cercana al millón de euros. Mientras hace estas cosas seguimos con las urgencias de primaria cerradas en la zona sur, la dificultad, cuando no imposibilidad absoluta, de realizar citas en Atención Primaria. El abandono de la asistencia sanitaria no-covid está siendo un verdadero escándalo social y sanitario.

Si en el parlamento autonómico le sitúan frente a sus actos, IDA hace una ida hablando del gobierno central y lo mal que le trata. Que existe una “madrileñofobia”, que le atacan sin dejarla hacer nada… vamos, un pataleo en toda regla, al final: no contesta lo que se le pregunta y queda un amargor de boca de forma permanente en cada debate, por la insulsez y la insuficiencia cognitiva.

Luego está su actitud y su (hiper)actuación. Tras la reunión con el Presidente del Gobierno, en la rueda de prensa posterior, dijo lo contrario de lo que habían acordado y dejó estupefacto al PG. IDA lo hace con desfachatez y a su aire, con una total falta de respeto hacia el interlocutor y hacia la ciudadanía. La tensión muscular de su cuerpo rígido y su forma de andar, delatan su autosuficiencia y su deficiente manejo del estrés, junto con su crispación.

Una segunda situación similar, aconteció en la reunión mantenida con los Presidentes de Castilla León y de Castilla la Mancha. Al decir de estos presidentes, uno de ellos de su propia formación política, habían consensuado un acuerdo común para las tres comunidades, así lo expresaron los Presidentes de las dos Castillas. Le tocó el turno a IDA y su intervención descolocó a ambos, dijo lo que ella quería, tal y cómo lo quería, haciendo caso omiso al acuerdo al que habían llegado, la respuesta de los otros dos fue corporal y más educada, respondiendo a lo que en los libros vienen como mezcla de sorpresa e incredulidad, algo así como: “Pero… ¿Qué dices Isa?”.

El Ministerio de Sanidad le lanza flores por sus resultados y ella, una vez más ida, se despacha a gusto sobre las derivas totalitarias de las medidas gubernamentales; ítem más de su desconocimiento absoluto. Vamos a ver IDA: las resoluciones del Gobierno de España se han tomado en el Parlamente siguiendo la Constitución, a lo que vd llama totalitarismo. Sin embargo, vd gobierna gracias a un partido de extrema-derecha-extrema que relee la historia en contra de los Catedráticos de Historia Contemporánea, machaca lápidas de Largo Caballero e Indalecio Prieto acordadas por unanimidad por corporaciones democráticas, se retiran versos de Miguel Hernández… como ve, toda una catarata de acciones, estas sí, totalitarias.

Todo ello sin contar que a las reuniones de Presidentes autonómicos a las que llegaba tarde por tener que hacer un posado con el avión perdido y re-encontrado o porque tenía una conferencia de prensa. Esta omnipotencia y desprecio por lo institucional y hacia los demás, le sitúa en los límites de la estupidez más absoluta. Pero… los suyos le ríen las gracias y los adversarios quedan estupefactos.

De esta suerte, la ciudadanía somos rehenes de lo que cómo está de ida la IDA. Rehenes de un capricho sin fin. Tenemos la sensación de ser tratados sin el respeto que merecemos. De verdad, esto tiene que finalizar, es muy difícil seguir así.


José Luis Pedreira Massa, Don Galimatías en La Mar de Onuba, es Vocal del Consejo Asesor de Sanidad y Servicios Sociales del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Psiquiatra y psicoterapeuta de infancia y adolescencia. Prof. de Psicopatología, Grado de Criminología (UNED).

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