Dr. Google: La mitad de los españoles contrasta el diagnóstico recibido en Internet

Internet sigue creando desinformación ante el exceso de información que cuelgan fuentes poco fiables. Esto no sería importante si no estuviésemos hablando en términos de salud. Esta sigue siendo la mayor preocupación de las personas que navegan por la red buscando curas, milagros y otras pseudociencias para su tratamiento y lo que es peor, contrastan el diagnóstico de su médico y creen a pies juntillas lo que leen desautorizando el tratamiento que ha sido pautado.

Los datos aparecen señalados en el II Barómetro sobre el Autocuidado sobre la salud de la población española elaborado por PiC, según el cual, el 49.2 % de los españoles reconoce que consulta y se diagnostica la enfermedad que padece con las pautas que le indica la red. Esto no sería tampoco significativo si el 82,7 % de los españoles que acude a un especialista o a su médico de familia pusieran en duda sus conocimientos.

Las fuentes más demandadas son los blogs personales de ciudadanos que cuelgan información acerca de salud, cuidados, dietas y otras informaciones que tienen que ver con las enfermedades comunes. Entre los datos más consultados son la hipertensión, el asma, la obesidad y la diabetes. Esto supone, además de las consultas sobre autocuidado que muchas personas optan por alterar el tratamiento que ha sido dispuesto para su enfermedad y se autodiagnostican con los datos consultados y por tanto, cambian la medicación o las prácticas que le ha sugerido su médico.

Los casos más peligrosos son los que se citan tratamientos para el cáncer, las enfermedades autoinmunes u otras enfermedades crónicas en donde aparecen recetas milagro, pastillas de hierbas y otras pautas para llevar a cabo, que se enmarcan en el autocuidado que procura el paciente obviando lo que en otro momento le fue pautado. Las referencias más consultadas vuelven a ser las de Wikipedia, y muchas personas reconocen que el autocuidado o la protección de la salud se la confían a lo que encuentran, los solteros a su madre y los casados a su pareja.

En todo caso, algunos usuarios consultan páginas médicas profesionales, otros médicos online con quienes contrastan el diagnóstico y páginas de sociedades científicas. Los datos son significativos si hablamos de la poca o ninguna confianza que tienen los españoles en los médicos en general y en la Sanidad pública en particular, cuando esta es ejemplo en muchos países de Europa y hablamos siempre, de los mejores facultativos del mundo llegado el caso.

Es importante señalar, que dos de cada tres médicos han atendido consultas de pacientes preocupados por bulos y otros asuntos relacionados con la salud que les ha inquietado más si cabe, cuando tienen una diagnóstico en la mano. La forma de propagar bulos que tienen que ver con la salud ha hecho que cualquier persona cuelgue información relativa a la salud y lo que es peor, a tratamientos,  lo que hace que se propague a mayor celeridad. Las pseudoterapias suponen el 71 % de los casos, seguidos de los conceptos que se le atribuyen a determinados productos milagrosos de alimentación, así como otras curas o pseudoterapias para el cáncer, (un 41 % de los casos).

Los canales habituales para propagar bulos y noticias falsas, conocidas por “fake news” son Internet (69 %), las redes sociales (63 %) y la mensajería WhatsApp que transmiten amigos y conocidos de quienes nos fiamos (48 %); todas ellas sin haber sido contrastadas previamente por ningún organismo oficial ni autoridad competente.

Una vez más se aconseja buscar en sitios oficiales, Ministerio de Sanidad, OMS, Asociaciones de pacientes, páginas web de médicos titulados y contrastar con otras fuentes la información que hemos encontrado. En cualquier caso, pedir una segunda opinión a otro facultativo es lícito siempre y cuando la persona que nos vaya a atender sea un doctor en medicina y no cualquier cantamañanas que nos aconseje que con su pócima, seguro, que vamos a tener buenos resultados.

El sentido común, saber con quién nos relacionamos en temas de salud y asegurarnos el país que emite esa información, hará que las próximas búsquedas, si las hubiere, sean al menos, informaciones veraces, actualizadas y que puedan aclararnos conceptos. Nada como ir al médico, en cualquier caso.

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