“Economía azul”, el enorme potencial de la costa de Huelva

“Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero a los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho” (‘El principito’, Saint-Exupéry).

En Andalucía se dibujan con claridad alguna líneas o altas capacidades: la logística portuaria y de transporte, el turismo marino o azul, las energías renovables marinas, la biotecnología marina y la biomedicina, la mejora de las capacidades pesqueras y acuícolas, los recursos marinos, entre otras muchas.

por Pilar Muñoz

Viernes, 17 de febrero de 20217. Huelva ha sido, desde tiempos inmemoriales,  minera y marinera. Podríamos decir que sus señas de identidad más claras, históricamente hablando, son la mina y la mar. Trabajos duros y extremos forjados por gentes abnegadas que han tenido que arrancar con gran esfuerzo al mar y a la tierra sus frutos. Quizás por eso mantengamos en la actualidad esa relación de amor-odio con estas actividades productivas.

En estos momentos estamos viviendo, sin embargo, en nuestra provincia,  la resurrección de la mina y presenciamos cómo los habitantes de la provincia han sabido sacar de la tierra ricos cultivos: fresas, berries, cítricos, vid, ahora aloe- vera… pero el mar, la mar, la hemos alojado en nuestras mentes como un simple recurso de ocio y esparcimiento para refrescarnos los veranos. Quizás entre sus causas se encuentre el declive de la pesca o la ubicación de las industrias químicas en el estuario del Tinto. Pero lo cierto es que, con más de 120 kilómetros de costa, vivimos de espaldas a él. Nuestra capital misma se ha construido huyendo de las riveras de sus ríos, nuestros pueblos costeros cuentan con pocos paseos marítimos y si te acercas a ellos el  trasiego de barcos y embarcaciones de recreo es anecdótico, al contrario que  en nuestra vecina Portugal.

¿Qué nos pasa? ¿Por qué ese desafecto? ¿Quién se acuerda que de nuestras localidades costeras procedían la mayoría de los tripulantes del viaje de Colón a las Américas?

Sin embargo, si planeáramos como un pájaro sobre nuestra costa luminosa, podríamos contemplar la enorme riqueza y belleza de sus elementos. Ante nuestros ojos se desplegarían más de 120 kilómetros geoestratégicamente bien situados de playas blancas abiertas al océano, entre dos ríos magníficos como son el Guadiana y el Guadalquivir, salpicadas de esteros y marismas tan identitarios de nuestro paisaje, de salinas, de estuarios y flechas arenosas como las de El Rompido o complejos dunares como los de Doñana, con una diversidad de fauna y flora riquísima. Además admiraríamos una riqueza patrimonial histórica y cultural de enorme interés: faros, torres vigía y almenaras, fortalezas, molinos mareales, restos de ciudades del pasado… rehabilitados por la administración competente. Observaríamos también el gran número de puertos deportivos y pesqueros así como el Puerto de Huelva, de trascendencia logística y comercial. Por tanto, por falta de recursos no ha de ser… Están ahí, ante nuestros ojos. Esperando que nuestras miradas les hagan vivir para algo más que ser contempladas.

Desde el 2013 trabajo en un proyecto denominado Nos Movemos, liderado por la Diputación de Huelva en colaboración con las delegaciones territoriales de Empleo y de Educación, cuya finalidad última es detectar necesidades de formación y empleo, así como recursos ociosos susceptibles de generar riqueza y empleo. Pues bien, nuestra costa y nuestro mar son precisamente una inagotable fuente de oportunidades que ningún agente del territorio nos señaló en principio como tal cuando les consultamos en nuestra investigación.  ¿Qué nos pasa a los y las onubenses con nuestro mar?

Es fundamental y urgente facilitar la transferencia a la sociedad onubense y al mundo productivo empresarial, de los resultados de estas investigaciones, tanto como que desde estos ámbitos se demanden líneas de trabajo y de mejora adaptados a sus necesidades concretas

Las actividades económicas relacionadas con el mar, los océanos, los puertos y el litoral se engloban en la denominada “Economía Azul” y desde la Unión Europea se señalan como un sector de gran potencia que puede generar en los próximos años una gran cantidad de empleos de calidad. La estrategia Europa 2020 prioriza la dinamización de estas actividades. De nuevo Europa mira al mar como un elemento estratégico de desarrollo sostenible.

En Andalucía se dibujan con claridad alguna líneas o altas capacidades: la logística portuaria y de transporte, el turismo marino o azul, las energías renovables marinas, la biotecnología marina y la biomedicina, la mejora de las capacidades pesqueras y acuícolas, los recursos marinos, entre otras muchas.

Desde distintos agentes sociales y económicos de la costa occidental de Huelva, más ligados al turismo de sol y playa, se está impulsando ya iniciativas de turismo marino, marinero o azul: pesca de devolución, visitas a las lonjas y conserveras, a salinas y esteros, rutas para conocer los recursos patrimoniales, la recuperación de la almadraba de Nueva Umbría, declarada recientemente como de interés turístico, son algunas de las propuestas.

Por otra parte, desde la Universidad de Huelva con sus grupos de investigación y, más concretamente, desde su Campus de Excelencia del Mar, CEI-MAR, y desde los centros tecnológicos y de innovación como el IFAPA de Cartaya o el centro agroindustrial ADESVA, se está investigando en los recursos que mayor potencial parecen tener en nuestra Costa de la Luz. Mejoras en la gestión de las salinas y los esteros, en las explotaciones acuícolas,  en la cría de nuevas especies, en la pesca artesanal, en la comercialización de la sal como uso alimentario o ligada al turismo de salud, en el uso de las microalgas para obtener polímeros de utilidad industrial o como biocombustible, son algunos de los ejemplos que recientemente en una jornada organizada por el CEIMAR de Huelva y la Diputación nos han dado a conocer fuera de los muros de los centros del conocimiento.

¿Qué nos pasa? ¿Por qué ese desafecto? ¿Quién se acuerda que de nuestras localidades costeras procedían la mayoría de los tripulantes del viaje de Colón a las Américas?

Pero es fundamental y urgente facilitar la transferencia a la sociedad onubense y al mundo productivo empresarial, de los resultados de estas investigaciones, tanto como que desde estos ámbitos se demanden líneas de trabajo y de mejora adaptados a sus necesidades concretas. Y, sin embargo, son muy escasos los lugares y momentos de intercambio de estas características en nuestra provincia. Es responsabilidad de todos los estamentos crear espacios de encuentro entre el mundo de la innovación y el mundo de la calle si realmente queremos dinamizar y mejorar el desarrollo socioeconómico de nuestra provincia.

Importante es también llevar a la escuela el cariño y el amor a nuestro mar y nuestra costa. Acercar a nuestros hijos e hijas a su entorno más cercano para valorarlo, apreciarlo y cuidarlo.

Sabemos que tenemos un mar de recursos pero han de ser puestos en uso productivo en clave de sostenibilidad.

Como decía Saint-Exupéry en El Principito: “Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero a los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho”.

Pilar Muñoz es Técnica de Formación y Empleo y  coordinadora del Proyecto Nos Movemos.

LA ECONOMÍA AZUL
Gunter Pauli

El concepto de  ECONOMÍA AZUL fue desarrollado hace unos años por el economista belga Gunter Pauli, un empresario concienciado con el medio ambiente. Para Pauli, la Economía Azul es un modelo macroeconómico y de negocios orientado a responder a las necesidades básicas de todos con los recursos localmente disponibles, y con capacidad de generar múltiples beneficios, la creación de nuevos empleos, ampliar el capital social y aumentar los ingresos mientras que el medio ambiente, la base para nuestra vida, no se dañaría ni se contaminaría más.

Según sus defensores, la Economía Azulnos invita a pasar de una economía donde lo bueno es caro y lo malo barato, a un sistema donde lo bueno e innovador, resulta asequible para todos y competitivo en el mercado, y ayuda a resolver problemas que aquejan a la sociedad, sin afectar el medio ambiente”.

Pauli asegura que la actual economía basada en combustibles fósiles está fracasando debido principalmente al alto coste medioambiental al que se somete al planeta para su funcionamiento, y la economía verde tampoco parece estar resultando una opción asumible debido al alto coste de sus mecanismos de generación eléctrica y la repercusión de estos en los impuestos a los consumidores.

El objetivo, defiende Pauli,  “es en 10 años, a partir de 100 casos prácticos, generar 100 millones de empleos en el mundo entero”, toda una revolución económica en la actual coyuntura mundial.


Artículo publicado originalmente en la extinta edición impresa de La Mar de Onuba

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Revista onubense de actualidad, cultura y debate, editada por AC LAMDO, entidad sin ánimo de lucro inscrita en el Registro de Asociaciones de Andalucía con el número 4318 de la Sección 1. - Director: Perico Echevarría - © Copyright LAMDO 2017 / ISSN 2603-817X

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