El cambio hacia un modelo laboral feminista está en marcha y debe ser imparable

Es evidente que muchas cosas están cambiando en el mundo laboral hacia la total incorporación de la mujer, mucho se ha hecho, se está haciendo y sin duda se hará porque el cambio está en marcha. El lugar que ocupa la mujer en el entorno laboral y en el resto de los ámbitos forma parte del motor de las políticas de los gobiernos progresistas y, que dentro del debate público, los conservadores jamás tocan un avance de lo conseguido…al menos hasta ahora.

Lo que ya no está tan claro es que la velocidad del cambio que no es la que queremos los feministas. Es preciso reflexionar si estamos asistiendo a un cambio real que modificará el marco, las estructuras, los procesos e incluso los sesgos que determinan el lugar que ocupa la mujer y, por ende, la promoción del verdadero talento de las empresas.

El cambio será real y se materializará si las mujeres toman conciencia de la necesidad de actuar si se crea un entorno favorable por parte de empresas y administraciones y si actúan de manera coordinada mediante redes que fomenten el desarrollo del talento femenino de manera contante y sistemática. En este sentido, podemos identificar tres palancas para impulsar y consolidar la transformación.

En efecto, en primer lugar, la mujer es la protagonista del cambio y cada profesional debe tomar las riendas de su futuro. El primer paso es tomar conciencia de cuál es y cuál debería ser su papel y su posición en el mundo laboral. La promoción del talento femenino y la lucha por ocupar el puesto que cada cual se merece debe ser una responsabilidad personal que debe ejercerse a diario.

En segundo lugar, hay que cambiar el terreno de juego machista y crear las condiciones que permitan la libre competencia para que aflore el talento no por lo,que lleven colgando en la entrepierna. Las empresas e instituciones deben poner en marcha planes que permitan desarrollar el potencial femenino. Las más avanzadas ya están en marcha y existen muchos ejemplos. En paralelo, las administraciones y los reguladores tienen que impulsar la diversidad con nuevos programas, pautas, normas y, por supuesto, nuevas Leyes. Tanto en el ámbito del sector público como del privado se necesitan recomendaciones y normas claras que, con mayor o menor alcance, ayuden a garantizar la igualdad de oportunidades como máxima irrefutable.

En tercera posición, hay que destacar que es clave la colaboración entre mujeres y las redes de apoyo. Un cambio cultural y estructural de este calado requiere un trabajo conjunto de profesionales concienciadas que compartan intereses y objetivos comunes. Las asociaciones, los foros o las iniciativas dentro de las empresas que contribuyan a impulsar la concienciación sobre el talento femenino son elementos indispensables para romper el techo de cristal.

El cambio está en marcha es imparable y los machistas se han quedado atrás ante esta ola, pero aún tenemos mucho por hacer. No cabe duda de que todas las grandes empresas han incorporado a sus agendas la esencia de llegar a la igualdad. Para ello es imprescindible crearlas condiciones que permitan aflorar el talento femenino en las empresas. Como no puede ser de otra manera tienen que tomar la iniciativa y trabajar para lograr que el cambio sea real, pero igualmente importante es transformar el marco laboral y contar con la involucración activa de las empresas y del conjunto de los profesionales.

En todo caso, no cabe duda de que para que todo cambie será necesario actuar de una manera diferente y tomar decisiones valientes. Es evidente que de diversidad, igualdad y talento femenino se habla mucho últimamente, pero parece que no siempre se hace lo necesario, porque los datos son tozudos y ponen de manifiesto que los avances son más lentos de lo deseado. El debate está vivo y las mujeres son conscientes de que hay que actuar, la clave está en saber cuándo y hasta qué punto también colaborarán las empresas, las administraciones y el conjunto de la sociedad.

Somos una sociedad que avanza gracias a las políticas sociales de igualdad y debemos también tener en cuenta la cantidad de inútiles que mantienen aún poder en las pequeñas empresas a costa de compañeras mujeres mucho más eficaces y mucho más validas que ellos y que actúan contra la norma básica del libre mercado…el más capaz debe dirigir y nunca por cuestión de sexo….ni de identidad sexual pero ese es otro tema del que seguiremos luchando como no puede ser de otra manera.

Mientras haya discriminación la lucha por la igualdad continua. Feliz día de la mujer trabajadora, feliz 8 de marzo.


Francisco Villanueva Navas es economista y periodista financiero

@FranciscoVill87

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