La Archidiócesis de Madrid publica un vídeo, difundido este lunes por Repara, en donde se confrontan las falsas creencias sobre los abusos cometidos por clérigos con la verdad.
Martes, 15 de febrero de 2022. La Archidiócesis de Madrid, presidida por el cardenal Carlos Osoro, ha hecho público un vídeo de 4:17 minutos difundido este lunes por Repara, la oficina del arzobispado dedicada la atención de las víctimas, donde cambia radicalmente su postura sobre los abusos en la iglesia española y apuesta firmemente por denunciar e investigar todos los casos, incluso los más antiguos.
Este cambio de actitud supone un duro golpe para el PP y Vox, que han mostrado su oposición a crear una comisión de investigación que investigue los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia durante el franquismo.
En el vídeo sobre las «falsas creencias sobre los abusos” cometidos por clérigos y las consecuencias que estas provocan se explica que existen falsas creencias sobre los abusos y sus consecuencias que distorsionan la verdad y la respuesta ante una realidad tan dolorosa.
El vídeo continúa señalando que: «Los prejuicios de la sociedad y la estigmatización de las víctimas obstaculiza las actuaciones que son necesarias y urgentes. Para dejar atrás las falsas creencias se requiere una información veraz, comunicación y transparencia».
Confrontación falsas creencias con la verdad
El contenido del vídeo desmonta diez “falsas creencias sobre los abusos” cometidos por clérigos y las consecuencias que estas provocan y son las siguientes:
«‘La denuncia daña a la Iglesia’. En realidad las denuncias por posibles abusos ayudan a afrontar y prevenir que se produzcan este tipo de situaciones. Lo que realmente le perjudica es el silenciamiento y la desconfianza respecto de las víctimas. La denuncia ayuda».
«‘Las víctimas denuncian para dañar a una persona concreta que represente a la Iglesia o a una institución’. En realidad, las víctimas que llegan a Repara necesitan sanar sus heridas e incluso se resisten a dar el nombre de quién abusó de ellas. Las víctimas necesitan sanar sus heridas».
«‘En la actualidad ya no hay casos de abusos en la Iglesia’. Que no haya denuncias no significa que no haya casos. Además, los casos del pasado son casos del presente, sobre todo cuando la herida de la víctima sigue abierta y aunque quien abusó haya fallecido. Es necesario denunciar los posibles casos de abusos».
«‘La mayoría de las denuncias o acusaciones son falsas’. La mayoría de las denuncias son fundadas. Quien se declara víctima de abuso y denuncia tiene poco que ganar y mucho que perder. Las víctimas son las grandes perjudicadas».
«‘Solo se dan en el ámbito familiar, en la Iglesia el porcentaje es mínimo por lo que no es un fenómeno especialmente significativo’. Los abusos se producen mayoritariamente en el seno familiar, pero no exclusivamente. Cuando se dan en la Iglesia es todavía más grave y más escandaloso porque contrasta con la autoridad moral y su credibilidad ética. Como dice el Papa Francisco: ‘Si en la Iglesia se descubre un solo caso de abuso, que representa ya en sí mismo una auténtica monstruosidad, ese caso será afrontado con la mayor seriedad’. Un único caso de abuso ya es demasiado».
«‘Los niños y adolescentes no dicen la verdad o exageran al hablar de los supuestos abusos sexuales’. Pocas veces se inventan historias relacionadas con su intimidad y con haber sido abusados. No pueden fantasear detalles de una actividad sexual cuyo conocimiento es absolutamente inapropiado para su edad. No creer a las víctimas implica doble dolor».
«‘Los niños son seductores y provocan al adulto e incluso pueden evitar los abusos’. No se pueden descargar en el niño conductas seductoras con fines sexuales ni hablar de consentimiento. Los niños y las niñas son víctimas».
«‘Entre personas adultas no hay abuso porque consienten’. En una relación asimétrica basada en el abuso de poder y que acaba en abuso sexual no hay consentimiento pues la libertad de la víctima ha quedado comprometida por el tipo de relación que tiene con quien abusa de ella. No hay edad mínima ni máxima para las víctimas».
«La víctima lo es porque es vulnerable’. Hay una vulnerabilidad previa compartida por todos, pero en este caso la vulnerabilidad de la que hablamos no es constitutiva sino sobrevenida. En el abuso se vulnera la dignidad de la víctima. La vulnerabilidad no es algo que tiene la víctima como si se tratase de un defecto sino algo que provoca quien abusa. Es la relación de abuso la que conduce a la persona a una situación de vulnerabilidad. La víctima no es culpable».
«‘No tiene sentido hablar de abusos cometidos hace muchos años’. El paso del tiempo no cura las heridas. El dolor no prescribe. Hay víctimas que se atreven a nombrar lo que han sufrido treinta o cuarenta años después. El dolor de las víctimas no prescribe», zanja el vídeo.
La publicación de este vídeo llega dos meses después de que la Iglesia española iniciase una investigación a raíz del informe sobre pederastia, con 251 casos inéditos, que el diario El País entregó al Papa y al presidente de la Conferencia Episcopal.
El arzobispado madrileño es una de las excepciones en la política general de opacidad de las diócesis españolas ya que hace públicos anualmente los casos de abusos que recibe, y los investiga.
Fuentes cercanas al arzobispado afirman que el vídeo no «pretende entrar en el debate sobre qué tipo de investigación sobre las víctimas debe hacerse», aunque dicen que «no parece que la mejor opción pueda ser una investigación parlamentaria, porque entendemos que sería exponer a las víctimas a la refriega política, en un tema tan delicado como los abusos». Sin embargo no descartan «la investigación por parte de una comisión independiente», como estaría la presidida por el Defensor del Pueblo, aunque están a la espera «de que se conozcan los términos concretos en que se desarrollaría, para definir nuestra posición».
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