El plan de Alberto Fernández

por Nicolás Ferrando

 

 

En teoría, este martes vence el plazo para determinar si los acreedores internacionales aceptan o no el plan de reestructuración de deuda presentado por el presidente argentino, Alberto Fernández. No obstante, llama poderosamente la atención que prácticamente la totalidad de la prensa austral se mantiene en silencio sobre esta cuestión que, al margen de las opiniones encontradas, es trascendental y crucial para el futuro del Estado. ¿Habrá o no habrá default? La incertidumbre y el suspense se mantendrá aún y nadie se anima a confirmarlo o desmentirlo. Hay una especie de silencio muy tenso que es habitual a la hora de tomar este tipo de decisiones en Argentina que, sin duda, marcarán el futuro inmediato del país sudamericano.

Los medios argentinos hoy dan cuenta de la expropiación de la importante empresa alimentaria Vicentín. Fernández lo explicó de esta manera: “Estoy anunciando acá, en este instante, que estamos mandando al Congreso una ley de expropiación del grupo Vicentin para que el Estado nacional se haga cargo. Todos los activos del grupo Vicentín -hasta hoy a cargo de la familia Vicentin- pasarán a formar parte de un fondo fiduciario y que le encomendaremos la gestión a YPF AGRO”, puntualizó. El mandatario sostuvo que se trata de “una operación de rescate”, al enfatizar que “Argentina necesita soberanía alimentaria”. En este sentido, añadió que la compañía “será declarada de utilidad pública” y aseguró que “los trabajadores continuarán en sus puestos de trabajo”.

La oposición, sin una propuesta alternativa seria a doblegarse a los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI), critica duramente la medida y afirma que “la decisión de expropiar Vicentín es una locura por donde se lo mire, vamos a Venezuela más rápido de lo esperado”, en palabras del diputado Omar de Marchi. “El anuncio sobre Vicentín es peligroso, ilegal e inconstitucional y nos va a terminar costando miles de millones de dólares a los argentinos”, sostiene el también diputado Mario Negri, que ha reproduce en su cuenta de Twitter un comunicado de Juntos por el Cambio, la organización política que sostuvo a Mauricio Macri en la anterior legislatura y que, paradójicamente, elevó la deuda externa argentina a unos niveles insostenibles sin que haya contraprestaciones sociales para la población. Son datos de organismos internacionales que se pueden contrastar y que no dan lugar a equívocos.

Ante la pandemia del Covid-19, en todo el mundo se están tomando medidas extraordinarias que no tienen precedentes. Argentina, en ese escenario, debe planificar de una vez por todas su incierto futuro. En pocas palabras, en tiempos complejos se deben adoptar decisiones complejas que resuelvan los problemas estructurales y crónicos de la nación, aunque ello suponga un sacrificio extraordinario. Lo de pagar sin rechistar a los acreedores y hacer severos ajustes presupuestarios ya se demostró que no funciona. Esa fue la receta que provocó el colapso en 2001 y que ha dejado muy mermadas las cuentas y las reservas en los últimos cuatro años.       

La apuesta del presidente Fernández es arriesgada y muy difícil pero soy de la idea de que hay que dejarle gobernar y tomar las decisiones que estime oportunas y convenientes. Está en juego el futuro de toda una generación y yo creo que ya es el momento de que por una vez se piense más en el pueblo que en los mercados internacionales.

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