1888. Riotinto: Lágrimas de pincel. Exposición de Jaime Pandelet

‘1888. El año de los tiros’ es un acto de rebeldía. De negación al olvido. A que aquel terrible suceso se vaya enturbiando con los años. «Rafael Moreno», dice el autor de las ilustraciones que se exponen, «me hace un regalo que no solo me compromete en lo artístico, en lo gráfico. Compromete mi conciencia social, porque hay que tener el alma –si la hay- muy negra para que no te suban escalofríos por la espalda al leer aquel pasaje triste y desgarrador de la historia. Y todo esto va llegando, pasando hasta acercarse a la mano y lanzarse a ese papel en blanco. Intentando reivindicar desde mi lápiz lo que de brutal e injusto tuvo ese 4 de febrero en Río Tinto.»

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Tiene la obra de Pandelet la enorme virtud de captar no sólo el alma de las personas sino también el sentir de los acontecimientos. Sus retratos sacan a la luz del día al personaje, lo exponen en la plaza del pueblo (ahora la web, facebook, twiter y otros artefactos demoníacos) a las miradas de curiosos y alcahuetes y desnudan su forma de ser, estar y pensar.

Queda claro pues que un artista como Pandelet es el idóneo para trasladar la fuerza de un acontecimiento a través de sus dibujos, de sus caricaturas y de sus ilustraciones. Eso era lo que le faltaba al Año de los tiros. Desde el famoso cuadro de Alcaide poco se había pintado un hecho histórico de esta trascendencia internacional.

Por eso pensamos desde el Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía de CGT-A que para la nueva edición de la obra 1888. El año de los tiros, de Rafael Moreno, hacía falta captar el espíritu de unos sucesos que impactaron de lleno en la conciencia de todo un país. Y plasmar en colores la fuerza del ideario que llevó a una comarca entera a levantarse contra el dominio inglés pero también contra una clase política acomodada, servil y corrompida.

Jaime Pandelet ha trabajado en todo tipo de medios, por lo tanto conoce mejor que nadie la técnica para contagiar e impregnar al público a través de sus ilustraciones.

Capaz de caricaturizar un personaje cruel, denunciar con un retrato la explotación infantil, el uso y abuso de la prostitución, captar en una escena toda la carga emocional e histórica de un asunto de Estado como fue el Año de los tiros.

A él le gusta decir que sus cuadros crispan. Es verdad. Esta colección de ilustraciones realizadas para la obra 1888. El año de los tiros crispan, denuncian y critican mordazmente el comportamiento patrio e hipócrita de toda una época.

Han pasado 130 años desde que el ejército español se lio a tiros en las minas del Río Tinto contra una enorme manifestación de mineros, campesinos, hombres, mujeres, ancianos y niños que aspiraban a una vida mejor y luchaban por respirar un aire limpio.

Ahora Pandelet recoge con su paleta de colores toda la fuerza de esa historia que se desarrolló en un lugar convertido en inhóspito por culpa de la avaricia financiera y empresarial aunque siempre habrá quien lo atribuya simplemente al progreso. Un lugar muy alejado, en el otro extremo, de ese Nerverland que tanto encandila y gusta al autor, al artista, a Pandelet.

Rafael Moreno
Periodista