La Fiscalía de Arabia Saudí pide ejecutar a cinco militantes de los derechos humanos

Las organizaciones humanitarias Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI), así como varios grupos de defensa de los derechos humanos han denunciado, este 22 de agosto de 2018, que la fiscalía de  Arabia Saudí ha pedido pena de muerte para cinco militantes, entre los que se encuentra Israa Al-Ghomgham, quien podría ser la primera mujer condenada a la pena capital por su compromiso y su lucha en favor de las libertades.

Según el diario francés Le Monde, “Israa Al-Ghomgham es una militante chiíta que ha estado reuniendo información sobre las manifestaciones masivas que han tenido lugar en la provincia oriental del país desde 2011”. Fue detenida en su domicilio, junto con su marido, en diciembre de 2015. Está acusada de incitar a la protesta y haber dado apoyo moral a los manifestantes.

«Todas las ejecuciones son espantosas,- ha dicho Sarah Leah Whitson, directora de HRW en Oriente Medio- pero pedir pena de muerte para Israa Al-Ghomgham, a la que ni siquiera acusan de comportamiento violento, es monstruoso».

Por su parte, Samah Hadid, directora de campañas en Oriente Medio de AI, ha manifestado que han pedido a las autoridades saudíes “que abandonen inmediatamente sus planes. Condenar a esta militante de los derechos humanos a la pena capital enviaría el horrible mensaje de que cualquier militante puede ser detenido por manifestarse pacíficamente y ser un activista a favor de los derechos humanos”.

Arabia Saudí, monarquía absolutista sunnita, donde están prohibidos los partidos políticos y las manifestaciones públicas, ha emprendido un camino de importantes reformas sociales y económicas, propiciadas por el heredero Mohamed ben Salmán, medidas que van acompañadas de un recrudecimiento de la represión contra los disidentes. Según Le Monde, decenas de religiosos, intelectuales y disidentes han sido detenidos en 2018, y entre ellos varias mujeres.

La decisión del gobierno canadiense de mostrarse por boca de su embajador en el país “gravemente preocupado por las detenciones“; ha provocado una crisis diplomática entre los dos países, ambos aliados de Estados Unidos,  con retirada de embajadores.