La lucha por el blindaje de las pensiones: por el pasado, una victoria del presente para ganar el futuro

La propuesta de blindar las pensiones en la Constitución que hace la Mesa por el Blindaje de las Pensiones (MERP) es la alternativa al objetivo de liquidarlas.

por Adrián Ramírez

 

 

Las pensiones vuelven estar en el punto de mira de la privatización. Ya la estuvieron durante el gobierno de Rajoy, donde las continuas manifestaciones consiguieron liquidar el 0,25% y que las pensiones subiesen en relación al IPC. Esta no fue una victoria exclusiva de los pensionistas, sino que pertenece al conjunto de la sociedad. Tenemos múltiples ejemplos: la gran manifestación convocada por la MERP en defensa de las pensiones convocada el 17 de Marzo de 2018 o las concentraciones que se han realizado todos los lunes durante más de un año organizadas por la marea pensionista, podíamos ver pensionistas, trabajadores, amas de casa e incluso jóvenes. Dejando claro que las pensiones son un ejemplo de solidaridad intergeneracional e interterritorial.

Con la pandemia hay un nuevo intento de privatización de las pensiones. Ahora, a diferencia de la vez anterior, sin ningún tipo de pudor. Ya que desde la Unión Europea están exigiendo su rebaja como una condición para poder cobrar las ayudas europeas. Esos 140.000 millones de ayudas son un regalo envenenado, ya que bajo la excusa de “preservar la sostenibilidad del sistema de las pensiones” y “fortalecer el marco presupuestario”, lo que ocultan es una receta que va a provocar que las clases populares nos endeudemos con Europa durante varías generaciones; mientras bancos y monopolios aumentan sus beneficios. Este requisito va a suponer un nuevo atraco para el sistema público de pensiones. Bajo la excusa de su insostenibilidad, lo que buscan es una nueva entrada de capitales extranjeros y obligar a los trabajadores a hacerse un plan de pensiones privado para poder jubilarse con una pensión digna.

Con esta medida no solo buscan las pensiones de los actuales jubilados. Sino que van a por las pensiones futuras, las pensiones de los trabajadores actuales, que aún les quedan entre 25 y 30 años por delante de trabajo. Y también a la de los jóvenes, que se están incorporando al mercado laboral con contratos precarios, además de que serán los pensionistas del futuro. Tres generaciones de pensionistas están en el punto de mira de las nuevas reformas que se van a cernir sobre el sistema público de pensiones y que pueden asentar un golpe de muerte al sistema público para transformarlo en un sistema paliativo que solo sirva para tratar los casos extremos de quienes desde la “pobreza laboral lleguen a la jubilación”

Todos los actores del gran capital monopolista y financiero se preparan para que la nueva reforma de las pensiones sea un avance en sus objetivos de liquidar el sistema público de pensiones. Y este será uno de los retos más importantes a los que nos hemos de enfrentar durante esta situación de pandemia y nueva normalidad.

Sí hay solución: Blindar las pensiones en la Constitución

La propuesta de blindar las pensiones en la Constitución que hace la Mesa por el Blindaje de las Pensiones (MERP) es la alternativa al objetivo de liquidarlas. No es cierto, como pretenden hacernos creer quienes se preparan para apropiarse privadamente del sistema, que falten recursos para mantener el sistema público de pensiones. Lo que falta es voluntad política para hacerlo. Y por eso hay que “blindar las pensiones en la Constitución” para que se incluya la prohibición expresa de que cualquier gobierno, actual o futuro, pueda tocar, recortar o privatizar, total o parcialmente, el sistema público de pensiones, y que recoja como obligación constitucional el mantenimiento del poder adquisitivo real de las pensiones, y por tanto la imposibilidad de que ningún tipo de medida, ya sean recortes, subidas de impuestos, copagos, aumento de las tarifas de los servicios básicos o cualquier otra pueda afectar a las pensiones.

Todas las fuerzas sociales y políticas y todos los sectores de la sociedad hemos de unirnos para plantar en la Constitución una línea infranqueable por ningún gobierno ni fuerza política, sea de derechas o de izquierdas, sobre qué se puede y no se puede hacer respecto a las pensiones.Es cada día más urgente llevar a la Constitución el blindaje si queremos acabar con el recorte del poder adquisitivo de los pensionistas actuales y, sobre todo que no nos roben las pensiones futuras de las próximas tres generaciones.

Adrián Ramírez Rodríguez es redactor en @deverdaddigital@chispa_roja

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