¿Les preocupa a los jóvenes el descubrimiento de su orientación sexual?

Shutterstock / Luis Rojas Estudio
por Miguel Ángel Gallardo Vigil

Martes, 28 de junio de 2022. La celebración del día del colectivo LGTBIQ+ a nivel mundial y, más concretamente, las diversas manifestaciones en el ámbito nacional –la que se realiza en Madrid del 1 al 10 de julio es el principal evento en España– siguen generando ríos de tinta, actualmente, de tinta electrónica.

Frente a una manifestación festiva, de reivindicación, surgen las manifestaciones escritas y orales de un sector de la sociedad que todavía no ha entendido que el respeto a los demás no puede ser algo valorable.

El derecho a la sexualidad y a la identidad individual no puede convertirse en un tema de opinión. Justamente por ser algo que define a las personas, es cada uno el que puede y debe tomar las decisiones que correspondan y los demás solo podemos aceptar y respetar.

Hay quien todavía no ha entendido que los derechos que el colectivo LGTBIQ+ reivindica no se contraponen con los derechos de los demás y, ni mucho menos, se convierten en obligatorios para otros.

En este sentido, la celebración del día del colectivo LGTBIQ+ no obliga a nadie a asistir a tal evento, por lo que no tiene ningún sentido oponerse a su celebración.

La tolerancia convive con el odio

Aunque las nuevas generaciones se muestran más tolerantes hacia las personas sexualmente diversas, sigue existiendo un discurso de odio que recurrentemente aparece en nuestra sociedad y que perpetúan actitudes de fobia al colectivo LGTBIQ que, en ocasiones, nublan hasta a las personas más tolerantes. Este discurso, fomentado por algunos partidos políticos, instituciones religiosas y asociaciones de diversa índole, ataca sin pudor a un colectivo que de por sí ha tenido que lidiar con multitud de situaciones.

Las personas con diversidad sexual llevan a su espalda una historia que más de uno de los que los señalan no habrían podido aguantar. Mientras los heterosexuales han podido vivir su sexualidad sin miedo, los otros han tenido que ocultarse, negarse a sí mismos e incluso pensar en tomar diversas soluciones para no seguir viviendo con esa situación.

Que dos chicos se besen no puede convertirse en una ofensa. Una muestra de cariño y amor no puede ser nunca despreciable. Que una persona se sienta mujer a pesar de haber nacido con sus genitales masculinos no puede generar ninguna burla, sino, más bien, el apoyo de todos nosotros para que, a pesar de esa situación, pueda vivir y ser feliz.

La salida del armario es cosa de jóvenes

Pero ¿qué actitudes tienen los jóvenes hacia las personas con diferentes orientaciones sexuales? Estas han ido cambiando. Los avances legislativos que se han ido consiguiendo y la salida del armario cada vez a una edad más temprana están ayudando a que las generaciones nuevas tengan una actitud cada vez más abierta hacia este colectivo.

No obstante, no podemos olvidar que para muchos jóvenes su orientación sexual –cuando no es heterosexual– se convierte en una preocupación. Así se desprende de un estudio realizado entre el 2018 y 2019 con jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y los 25 años.

Los resultados muestran que, mientras los heterosexuales tenían preocupación por su sexualidad en un 3,4 %, en el colectivo no heterosexual este porcentaje alcanzaba un 31,8 %. Además, si la identificación como persona con diversidad sexual se realiza a una edad más tardía, esta preocupación aumentaba. Debemos mencionar que es a partir de los 19 años cuando los jóvenes no heterosexuales empiezan a aceptar su sexualidad, ocultada hasta ese momento, con el consiguiente efecto emocional que les produce.

Pero, a pesar de todo esto, el discurso del odio al diferente sigue activo. Diversos estudios han concluido que son los hombres heterosexuales los que presentan una carga de actitudes más negativas que las mujeres heterosexuales. Además, son los hombres gays los que reciben en mayor porcentaje esas actitudes homófobas. No obstante, las lesbianas, tal y como indica este estudio, también han sufrido discriminación por su orientación en mayor porcentaje que sus iguales heterosexuales (18,7 % frente al 2,9 %).

En referencia a las personas trans, se ha podido comprobar cómo las personas que son gays, lesbianas y bisexuales presentan mejores actitudes hacia este colectivo que los que se muestran heterosexuales, tal y como se ha determinado en este otro estudio. Además, la edad es una variable determinante en este caso: a mayor edad, mayores actitudes negativas.

Menos prejuicios y más tolerancia

Pero, a pesar de que las generaciones más jóvenes presentan menos prejuicios y actitudes hacia el colectivo LGTBIQ+ como han determinado en este estudio, una sociedad marcada por una heterocisnormatividad y tradicionalmente patriarcal sigue siendo uno de los motivos por los que se mantiene el miedo hacia lo desconocido, el odio al diferente en cuanto a orientación e identidad de género.

Todavía en estos tiempos se sigue reforzando la existencia de roles específicos de acuerdo a cada sexo. Todavía seguimos utilizando el azul para los chicos y el rosa para las chicas.

Miguel Ángel Gallardo Vigil es Doctor en Psicopedagogía por la Universidad de Granada. Profesor del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación con docencia en la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de Melilla (Universidad de Granada). Miembro del Grupo de Investigación "Innovación curricular en contextos multiculturales" (HUM-358). Director de MODULEMA. Revista Científica sobre Diversidad Cultural.

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