Los atentados de Madrid y, contra todo pronóstico, el triunfo del PSOE

Contra todo pronóstico, José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones generales, Fue un 14 de Marzo de 2004. Tres días antes, el 11M, se había producido el mayor atentado terrorista de la historia en España y Europa. Los atentados de Madrid, en los que 193 personas murieron y más de dos mil resultaron heridas, fueron toda da una conmoción política y social. La interrogante surgió muy pronto. ¿Sería ETA, como decía el Gobierno, o los fundamentalistas islámicos, como parecía ser, quienes estaban detrás de la salvajada?

Las elecciones generales de 2004 serán recordadas por tres razones: la inesperada victoria del PSOE en la oposición, pese a que todos los sondeos habían pronosticado de manera casi unánime una victoria, aunque estrecha, del Partido Popular; los atentados terroristas de mayor envergadura jamás cometido en España, perpetrado tres días antes de la celebración de los comicios; y la controvertida actuación del Gobierno de José María Aznar, en las horas posteriores a los ataques, acusando a ETA de la autoría.

En plena campaña electoral, los partidos políticos suspendieron sus actos electorales, bajo la sombra de los atentados. La noche previa a la apertura de los colegios electores, se manifestaron frente a sedes del PP ciudadanos insatisfechos con la política informativa del Ministerio del Interior sobre la autoría de los atentados, convocados por mensajes en los móviles. Mientras continuaban las concentraciones, el Ministro informó de la detención de tres marroquíes y dos indios en relación con los atentados.

El domingo 14 de marzo de 2004, los españoles habíamos sido llamados a las urnas por novena vez desde la Transición para renovar las Cortes Generales. La participación representó el 75,66% de los españoles censados. El PSOE liderado por Rodríguez Zapatero ganó con una ventaja de 4,9% sobre el PP. El PSOE superó los 11 millones de votos (42,59%), con 164 escaños, el mayor respaldo popular obtenido nunca en España. El PP, liderado por Mariano Rajoy, recibió 9.760.000 votos (37,71%), consiguiendo 146 diputados. Las elecciones se habían celebraron bajo el shock de los atentados.

Un estudio ha demostrado científicamente, que la información de los medios, los SMS y el boca a boca de los votantes tras el atentado del 11M influyeron en el resultado de las elecciones. El estudio, que han desarrollado investigadores de la Escuela de Informática y la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada, en colaboración con la Universidad de Newcastle de Australia, ha utilizado modelos de simulación social para comprobar matemáticamente que el tratamiento informativo del atentado influyó en el resultado electoral del 14 de Marzo.

Según la mayoría de los sondeos una semana antes de la votación, el PP estaba muy lejos de la mayoría absoluta y el resto de los partidos seguirían con el mismo número de escaños que en 2000. Izquierda Unida, liderada por Gaspar Llamazares, se quedaría en torno a los 9 o 10 escaños (consiguió 5, perdiendo 3). Durante la campaña electoral, el PSOE fue recortando distancia con el PP y a una semana antes de las elecciones, presentaba un empate técnico en intención de voto. José Luis Rodríguez Zapatero prometió no formar gobierno a menos que su partido fuese el más votado. Mariano Rajoy pidió una mayoría cómoda para no tener que depender de pactos.

Según la prensa de aquellos días, fue el voto de castigo el que dio la victoria al PSOE, ganando contra pronóstico. El País: «Zapatero derrota a Rajoy en un vuelco electoral sin precedentes«, resaltando que Rodríguez Zapatero ha conseguido, con 11 millones de votos, el mayor respaldo en los 27 años de elecciones democráticas. El País señalaba, como uno de los factores claves de la victoria del PSOE, la alta participación electoral, asegurando que «el sistema político y la democracia salen reforzados con estas elecciones», sobre cuya «legitimidad no puede dudarse». En la derrota del PP, a su juicio, ha sido decisiva la «pésima gestión de la catástrofe del 11-M».

«España castiga al PP y da su confianza a Zapatero«. Con este titular se refería El Mundo al vuelco político espectacular que habían dado las elecciones. «Todos los pronósticos han saltado por los aires. Los españoles han castigado con dureza al PP por la gestión de la crisis y le han pasado la factura aplazada de la Guerra de Irak, presente en el atentado de Madrid». Cerraba con la afirmación de que «Estamos ante un correctivo excesivo y en cierto modo injusto contra un PP descentrado desde que logró la mayoría absoluta».

ABC titulaba: «El PSOE gana las elecciones bajo la conmoción del 11-M«. «El PP se derrumba e IU reduce casi a la mitad sus escaños». Se refería en portada a los apoyos a los que debería recurrir Rodríguez Zapatero para gobernar: la repetición de los acuerdos del tripartito catalán (IU más ERC) o el apoyo puntual de PNV, CiU y CC. «Tres días que cambiaron España» era el título del editorial en el que ABC destacaba que «al final, la confrontación de programas, los créditos personales, las solvencias de los partidos, todo ha sido sustituido por un voto de desahogo y de castigo… el resultado de las urnas es inapelable, en su veredicto y en su legitimidad».

El día 12 de marzo, once millones de personas tomamos las calles al grito de «¿Quién ha sido, quién ha sido?». Había muchas dudas sobre que ETA hubiera sido el brazo armado del los atentados, como el Gobierno adelantó. La emocionada muchedumbre se dirigía desde la Plaza de Castilla en el norte, o desde la Estación de Atocha en el sur, hasta la Plaza de Colón, mostrando su condena a los atentados y la solidaridad con las víctimas. Según el Delegado del Gobierno, 2.300.000 madrileños nos manifestamos en Madrid.

Aquel 11M «Todo se truncó brutalmente. Iñaki Gabilondo informaba sobre el atentado y desde entonces todo ha sido un sin vivir. Levanté a mi otro hijo y le dije: vamos a la universidad a buscar al niño», me contaba Pilar Manjón, en una entrevista que publiqué en Diario Progresista (etapa anterior) con el título: «Desde el dolor se puede llegar a los derechos humanos y la paz». Ella «sabía», que a su hijo le había cogido de lleno el atentado. Me contó como vivió aquel día aciago lleno de dolor.

Pilar Manjón me recordó el desprecio de las palabras de Álvarez Cascos: «cambiamos de gobierno por esta puta y cuatro mierdas más». O cuando Esperanza Aguirre, al entregarle una subvención para la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, cuando le dijo: «esto es mejor que un premio de lotería, porque no paga a Hacienda». También Manuel Cobo, entonces vicealcalde de Madrid, en la inauguración del monumento a las Victimas del 11M: «Ahora vendrán las putas de la Montera a pedir otro monumentito».

Cuando Pilar llegó a la estación del Pozo, la situación era indescriptible, me contaba. Un caos de gente vagando de un lado a otro; ambulancias, sirenas y gritos. Conocieron que en el hospital Gregorio Marañón, estaban llevando heridos y hacia allí se dirigieron, con la esperanza de encontrar a Daniel. Un psicólogo clínico estaba leyendo los nombres de los heridos que se encontraban ingresados. «¡Encuentren a mi hijo!», fue su grito desgarrador y se derrumbó. En IFEMA, donde se había instalado un tanatorio forense, para albergar a los 191 cuerpos destrozados sin vida, todo era un caos.

Daniel tenía 20 años y fue asesinado cuando se dirigía a la Universidad. Era estudiante en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Eran las 7 y 10 minutos de la mañana cuando Daniel se levantó. «Mami hasta la tarde no regreso, que tengo hockey». Le preparó el desayuno, la comida y despidió a Daniel con «Besitos». Cinco minutos después, caía muerto en la estación del Pozo del Tío Raimundo, junto con otras 67 personas trabajadoras.

Los atentados del 11M fueron ideados en 2001, un año antes de la invasión de Irak, como venganza por el desmantelamiento de la célula de Al Qaeda. Esta célula se había establecido siete años antes en España, acusando a ciudadanos y gobernantes de ocupar el territorio islámico de Al Andalus. Pilar recuerda que unos días antes (trabajaba en el Ministerio de Defensa), observó un exceso de precauciones y medidas de seguridad. «Algo temían, sobre algo que se preparaba y en concreto en el transporte público».

El día 11 de marzo, se cumplen quince años de los atentados de Madrid, en los que murieron 193 personas. En este tiempo ha habido una polémica entorno a quien estaba detrás de los autores; qué pretendían; si hubo negligencia en la investigación policial y en la instrucción judicial; si la sentencia llegó al final de los hechos; o si la teoría de la conspiración era cierta. Infinidad de preguntas en el aire, sobre las que Pilar Manjón tiene respuesta para casi todas.

Tres días después de los atentados, el 14 de marzo, se celebraron elecciones generales en España y ganó el PSOE. Los resultados estuvieron condicionados por los atentados, pero no tanto por el atentado mismo, sino por las mentiras vertidas durante los tres días de gestión del gobierno PP de José María Aznar.


Víctor Arrogante

En Twitter @caval100

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