Manifestación antirracista en Madrid contra la peor cara de la humanidad

Manifestación contra el racismo, convocada por la Asamblea antirracista de Madrid, celebrada este domingo entre la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol. /Luca Piergiovanni (Efe)
por Fabiola Barranco

Por tercer año consecutivo, se ha celebrado en Madrid la manifestación antirracista convocada por personas migrantes y racializadas que viven en el Estado español. El objetivo se repite: denunciar el racismo institucional y social. Esta vez, bajo el lema “Construyendo memorias antirracistas”

Un mensaje para que no caigan en el olvido, ni las vidas y muertes de, Mame Mbaye, senegalés de 35 años, que sufrió un ataque al corazón tras una supuesta persecución policial; Lucrecia Pérez, víctima del primer asesinato reconocido en España por racismo y xenofobia; Ilias Tahiri, de 18 años, inmovilizado y asfixiado bajo el peso de seis agentes de seguridad en un centro de menores no acompañados de Almería; o Paloma Barreto, mujer brasileña transexual y trabajadora sexual, asesinada en Avilés.

Tampoco quieren que caigan en el olvido otras personas que han sufrido y sufren actos racistas, como “las deportadas”, “las jornaleras” o “las ahogadas” en la frontera.

Desde la Asamblea Antirracista de Madrid, que ha convocado la marcha, también denuncian que en estos tres años de movilizaciones “nada ha cambiado” y “el racismo sigue condicionando nuestra existencia”.

A grito de “¡Qué viva la lucha antirracista!” o “La Ley de Extranjería, mata gente cada día”, ha arrancado el recorrido que nació desde la Plaza de Cibeles hasta concluir en la Puerta del Sol.

Pese al frío y la lluvia en la tarde de domingo, cientos de personas se han sumado a la protesta, en la que se han podido ver varias banderas ondear, como la de Palestina, el pueblo gitano, el pueblo kurdo o la de los pueblos indígenas, entre otras. Las menciones a Boliviatras el golpe de estado en los días anteriores , también han estado presentes entre algunos de los asistentes.

“Queremos luchar contra el racismo, la peor cara de la humanidad”, decía Pierson, un joven haitiano recién llegado a España y solicitante de asilo, para explicar así los motivos que le han llevado a sumarse a la manifestación.

Arnold, nigeriano de 25 años, reconocía algo parecido. “Todos somos iguales, tenemos que vivir en paz. ¡STOP Racismo!”, expresaba mientras sostenía una pancarta en la que podía leerse “No sobran inmigrantes, sobran racistas”.

Mujeres con la bandera de Bolivia y la Whipala, en la manifestación de este domingo / Luca Piergiovanni (Efe)

A la altura de la cabecera, en uno de los márgenes, caminaban y gritaban las familias de la Asociación Antirracista de Madres de Afrodescentientes, UKUAJI, que significa “crecimiento” en suajili. Una de las madres, con su pequeño en brazos, reconocía que sus vidas estaban rodeadas de gestos o actos racistas. “Por ejemplo, en el cuaderno de mi hijo todos los personajes son blancos, no existen referentes no blancos. Luego, hay otras mamás con hijos adolescentes que han sufrido cómo la policía les paraba”, lamentaba.

Todas estas voces las encontramos en el primer tramo de la manifestación, el bloque no mixto, es decir, la zona reservada exclusivamente para personas no blancas. Éstas últimas eran más visibles detrás de otra pancarta bajo el lema “Aliadxs con la lucha antirracista”.

Ana es una de ellas. “Estamos aquí porque es más necesario que nunca. Nos encontramos en un momento muy delicado en Europa, donde el discurso anti derechos humanos y del odio está prendiendo y lo hace señalando al inmigrante como el problema. Nos jugamos la convivencia”, advertía la joven madrileña que acompaña a una amiga siria y otra marroquí.


Artículo publicado bajo licencia CC de 

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