Mascarillas, ¿en boca de todos?

España ha alcanzado ya el ansiado pico de la curva que más quebraderos de cabeza le ha dado en los últimos años: la de contagios y fallecidos a causa del coronavirus.

Tres semanas de confinamiento social y una tarea encomiable por parte de los sanitarios han sido claves para frenar y estabilizar esta curva que ya comienza a descender con el paso de los días en el país.

Este hecho implica la vuelta a la normalidad con un carácter gradual que el Gobierno de la nación estudia al milímetro para seguir protegiendo a los ciudadanos y evitar nuevos focos de contagio.

Ante esta situación, se ha barajado la posibilidad de que, en las próximas semanas, los españoles puedan salir a la calle usando mascarillas para frenar la expansión del Covid-19.

Esta decisión está sobre la mesa del Ejecutivo, quien analiza con especial cuidado esta propuesta dado que la escasez de estos productos de protección es uno de los grandes problemas del sistema sanitario español.

El Ministerio de Sanidad no ha comunicado aún cuál será la decisión final sobre el uso generalizado de las mascarillas.

Pero, en caso de pasar a ser obligatoria esta propuesta, ¿cuáles son las mascarillas que más protegerán a la sociedad? ¿cuáles son los modelos que existen en el mercado?¿cuántas veces pueden utilizarse?

MASCARILLA CON FILTRO DE PARTÍCULA (MÁXIMA PROTECCIÓN)

Las mascarillas con filtro de partícula tiene el nivel del protección de protección más completo hasta el momento.

Su función es la de proteger al usuario que la lleva de las partículas externas. Es decir, la inhalación quedará limpia de cualquier agente externo contaminado.

El inconveniente que presenta este modelo es que no está considera un producto sanitario, ni tampoco figura dentro de la lista de medidas de prevención propuesta por organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta mascarilla, a diferencias de otros modelos, puede ser reutilizada con frecuencia y además, es fácil de limpiar una vez termine de usarse. El filtro que descontamina el aire, sin embargo, no puede limpiarse como sí puede hacerse con la parte exterior.

MASCARILLAS FFP2 / FFP3

Estas dos mascarillas son las más solicitadas tanto por los sanitarios como por los particulares. Ambas están homologadas por la OMS y su función es la de filtrar de fuera hacia dentro.  Al igual que el ejemplo anterior, estas mascarillas también protegen de las partículas infecciosas que puedan estar en el ambiente y permiten que, al respirar, el aire sea puro y no esté contaminado.

Asimismo, ambas tienen también la posibilidad de ser utilizadas en reiteradas ocasiones. Y lo más importante, estos modelos están recomendados para ser utilizados por el personal sanitario. 

Sin embargo, aunque compartan nombre, sus características son distintas.

      • FFP2: Este modelo tiene un nivel de filtración del 92% y cuenta con una válvula de exhalación para reducir la humedad dentro de la mascarilla. La gran diferencia de esta mascarilla con el resto de modelos es que está creada para ser utilizada con pacientes cuyo nivel de gravedad es moderado.
      • FFP3: A diferencia de la  FFP2, esta mascarilla tiene un índice de filtración de aire del 98%. En el caso de esta mascarilla, se emplea en pacientes con alto grado de enfermedad y de contagio.

MASCARILLA QUIRÚRGICA 

La mascarilla quirúrgica tiene la función «de dentro hacia afuera».

Es decir, en el caso de este modelo de protección, su rango de actuación es el de evitar el contagio.  De esta forma, si una persona presenta síntomas pero lleva la mascarilla quirúrgica, se aumentará la posibilidad de proteger a los otros.

Sin embargo, algunos expertos consideran que el nivel de protección de esta mascarilla es más bien bajo en lo que a la inhalación de partículas contaminadas respecta.

Favorece el no contagiar, pero no asegura que la persona que la lleva pueda ser contagiada.

MASCARILLA HIGIÉNICA

En el caso de las mascarillas higiénicas, la situación es mucho más clara.

Estos modelos no están diseñados para proteger de ningún agente externo, y por lo tanto, tampoco protegen de riesgos.

Debido a su poca protección, tampoco están recomendadas para situaciones que impliquen un riesgo exponencial ante un virus, con independencia de su fuerza, ya sea más o menos invasivo.

Además, ni se consideran productos sanitarios y mucho menos, un EPI (Equipo de Protección individual).

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