por Pepe Fernández
«Juanma es una buena persona, pero solo eso»
Vaya por delante que nunca, ni por teléfono, he hablado con Juanma Moreno Bonilla, pese a que he escrito sobre su actividad pública infinidad de artículos, incluso años antes de que él soñase con llegar a presidente del PP andaluz. Le mencioné en alguna crónica de la época como firme alternativa entonces a dirigir el PP de Málaga, ido Joaquín Ramírez, dada la confianza que Javier Arenas tenia depositada en él desde la época de NNGG. Claro que luego los que no se fiaban de Arenas eran el núcleo duro del PP malagueño que ganó el pulso ‘al de Sevilla’, quedando Juanma a la espera el el Olimpo madrileño de la derecha hasta terminar como Secretario de Estado con Ana Mato de ministra.
Moreno Bonilla aterrizó en Andalucía tras una larga trayectoria siempre dependiendo del partido, hasta pasar como cunero por Cantabria, (2000-2004) heredando allí el escaño de Luis Bárcenas; en el PP andaluz actual fue impuesto por Soraya Sáez de Santamaría y apoyado tácticamente y estratégicamente por Javier Arenas ya que se trataba de evitar que el tándem Cospedal-Zoido colocasen a José Luis Sanz como presidente a controlar y presidir el PP andaluz.
‘Llamadme-Juanma’, Juan Manuel Moreno Bonilla en el DNI, más que un líder nacido de las bases, parece un producto de laboratorio político y de las circunstancias del momento elegido para salir del cascarón, todo menos un dirigente respaldado por las bases andaluzas del PP, algo que recuerde ligeramente a lo de marzo de 2012, cuando se notaba la vibración del electorado de la derecha con el candidato Arenas.
Pero Moreno Bonilla, pese a estar considerado un buen tipo, es un hombre fundamentalmente cobardón. Empecé a sospecharlo nada más llegar al cargo, al saber que no hablaría nunca conmigo porque Gabriel Amat y Javier Arenas se lo habían prohibido expresamente. Quizás porque ambos políticos ‘almerienses’ creían que el periodista sabía más de lo que realmente sabe hoy sobre sus andanzas por Roquetas, cosas que ahora empiezo a comprender mucho mejor.
Los varios jefes de prensa que ha tenido Bonilla en estos años, respetables colegas todos, a ninguno – ¡Ay Marilar de Andrés! baja y enséñales– les sorprendió nunca esa anomalía tan reveladora de falta de personalidad de su señorito, como admitir o promover vetos a periodistas. Fueron los del PP de Bonilla los que le dijeron a Canal Sur Tv que un ex director de ABC y de TeleMadrid (con el PP), Paco Giménez Alemán, “no nos sirve como cuota del PP en las tertulias” y el dúo Joaquin Durán, Pilar Vergara obedecieron de inmediato con una purga de tertulianos ‘incómodos’, amparada por múltiples y variopintos motivos, todo para cubrir sus vergüenzas.
Bonilla, nada más llegar y liderar la lista del partido como candidato, se pegó un gran batacazo en sus primeras autonómicas como candidato, perdiendo el PP-A 17 escaños del tirón en el Parlamento de Andalucía. ‘Pero es que Juanma acaba de llegar’, se dijo entonces para quitarle presión a Bonilla y eso que en aquella campaña debatió con Susana (y los demás) en la tele pública, exigencia actual muy repetida por el dirigente popular.
Pero, ¿hay motivos para pensar en un remonte electoral del PP en Andalucía el 2D?
Pese a que el discurso oficial estos días del candidato Bonilla suena como si fuese a ganar las elecciones el 2 de diciembre –parece que se lo cree– el escenario en el que actúa ha cambiado considerablemente, convertido en campo de batalla de la política estatal, con Cataluña y Villarejo como amenazantes cabezas nucleares.
Pero en estos momento la peña está más interesada por la política modelo ‘Sálvame’ o ‘La Sexta Noche’, o sea, la política espectáculo o el espectáculo de la política, todo aderezado con la basura de la factoría Villarejo, algo que condena al olvido a los puteros de la FAFE en Don Ángelo, revolcándose con dinero de los andaluces. Todo gracias a la velocidad de vértigo a la que nos hemos habituado a tragar sapos en este país desde que terminó la transición. ¿Quién se acuerda hoy de las esperpénticas fotos de Bonilla ante Don Ángelo o las surrealistas tomadas donde la tortilla del felipismo con la foto del clan como referente?
Pese a que ya sabemos que la única y válida encuesta será la del 2D, conviene orientarse también con los sondeos de institutos demoscópicos que están viendo la luz, casi siempre con intereses editoriales o políticos detrás. En todos se pronostica bajón del PP, subidón de Ciudadanos y mantenimiento o pequeña bajada del PSOE, lo mismo que se vaticina sobre la coalición de izquierdas ‘Adelante Andalucía’, nombre de batalla que recuerda eslóganes empleados en los tiempos de Hernández Mancha.
No sería del todo justo concentrar en la personalidad de Juanma Moreno todos los males que afectan a la derecha en Andalucía, donde pese a todo les acompaña algo de suerte. Ni Ciudadanos tiene líder fuerte en Andalucía, de ahí el importado postizo temporal de Arrimadas, ni Vox tiene estructura de partido. Hasta hace muy poco la imagen del partido de Abascal en Sevilla recaía en la figura de un polémico juez, expulsado y readmitido en la Carrera, curioso Juez de Familia que cuando una pareja iba a su despacho a separarse a él de hablaba de Ud. y a ella de tú.
Moreno Bonilla ha huido de la confrontación durante estos años, del cuerpo a cuerpo mientras Susana le despreciaba, no entrando en asuntos que él sabe perfectamente que harían pupa, pero que se llevarían por delante a unos cuantos de los suyos. Son los efectos de una inmensa tela de araña confeccionada durante décadas que muy pocos han logrado esquivar.
¿Alguien se ha preguntado alguna vez por qué la derecha lleva en la oposición en Andalucía casi cuarenta años? Son tan pocas las cosas que separan, a ras de calle, la forma de hacer política entre PSOE-A y PP-A, que este tipo de omertá lo único que demuestra es el poco interés que despiertan entre muchos políticos los verdaderos problemas de los ciudadanos. Normalmente priman solo los del partido y sus dirigentes. Los populares en Andalucía, durante tres décadas largas, han profesionalizado los escaños de la oposición, por cierto, viviendo todos de puto padre.
En una semana y pico arrancará la campaña que nos llevará al 2D y como Juanma no espabile, pese a sus últimas levitaciones mitineras, tiene toda la pinta de convertirse en víctima del síndrome Arrimadas, con su presidente nacional chupando cámara, hablando de Villarejo y de Torra en vez de propagar los mensajes electorales lanzados en la última Intermunicipal de Málaga de la que poco o nada se ha sabido.
Bonilla no es un hombre con suerte. Tener que estar pendiente de lo que saca la prensa sobre las charlas grabadas por Villarejo a gente del PP para planificar su campaña de la semana debe de estar siendo una tortura para él y su equipo. Para colmo, la irrupción de Casado en Andalucia y su discurso aznarista en asuntos como, la interrupción del embarazo, la momia de Franco o la expulsión de Cospedal de la dirección del PP, … está descentrando a la militancia andaluza del PP y a un electorado poco extremista y que quizás no dude ante los cantos de la sirena Arrimadas, heroína popular frente al independentismo catalán. Y , eso, vende mucho en Andalucía, la gran preocupación de Susana y el PSOE-A, una brecha que nos saben cómo contrarrestar electoralmente sin poner a Pedro Sánchez en serios aprietos.
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