‘Todos los años de un día’, Madrid como refugio e hilo conductor

por Nico Ferrando

Sábado, 25 de septiembre de 2021. En el libro Todos los años de un día (Alhulia Editorial) de Ignacio de Saavedra (Madrid, 1987) se puede visualizar con gran nitidez el papel insoslayable que Madrid representa para quienes la habitamos. Además de gran capital europea y cosmopolita, es ciudad cálida y hospitalaria donde nadie te pregunta de dónde eres y que te acoge desde el primer instante, por eso se es madrileño al pisar el aeropuerto de Barajas, bajar del tren en Atocha o al atravesar cualquiera de las radiales que la rodean. En Madrid es muy difícil sentirse solo y el desarraigo, para los que venimos de fuera, se sobrelleva con una dignidad honrosa e indispensable.

Todos los años de un día

Ignacio de Saavedra

XI Premio de Prosa Narrativa Granajoven 2021

Cinco relatos en épocas y espacios diferentes en los que confluyen los temas centrales de la narrativa del autor: el amor, el desengaño, la soledad, la vuelta del pasado, la memoria, los reencuentros, las oportunidades perdidas, el destino, la mentira, el paso del tiempo y los sucesos que nos cambian para siempre. Todo ello sobre un trasfondo de claroscuros que tiene la ciudad -sobre todo Madrid- como protagonista y testigo de las historias de sus personajes.

En los cinco relatos que componen el libro, el nobel autor aborda crónicas con un gran componente emocional y que nos trasladan a diferentes espacios históricos y diversos ambientes políticos en los que Madrid es el necesario punto de encuentro y el teatral escenario en el que se entremezclan el amor, la atracción, el desencuentro, la lealtad, el olvido, la soledad, y la muerte. Lugares tan dispares como la poética Argentina de Carlos Gardel, el lejano Portugal de la Revolución de los Claveles o la desangrada Siria de la guerra civil que aún le azota, entre otros, conviven en la gran urbe, que es al mismo tiempo lugar de acogida y de reflexión trascendental, el perfecto hilo conductor que une las historias de ficción que aquí se presentan.

Madrid sobresale con fuerza como ciudad abierta en la que desarrollan su existencia los personajes de esta sobria e impecable composición narrativa. Su exponencial apertura a la que hago referencia no quiere decir que sea un sitio idílico alejado de la realidad, más bien todo lo contrario. Aquí ocurren todo tipo de situaciones, como la vida misma. La ribera del Manzanares, Carabanchel, Las Ventas, la Gran Vía, Lavapiés, la plaza de Santa Ana, la castiza Puerta del Sol e, incluso, el extrarradio se compenetran para ambientar los intensos interrogantes vitales y los sentimientos encontrados de sus protagonistas.

Ignacio de Saavedra nació en Madrid en 1987. En sus años de formación como escritor ha compaginado los estudios en Lengua y Literatura Españolas con cursos de novela y poesía en la Escuela de Escritores de Madrid. Todos los años de un día es su primer libro publicado.

El original estilo de la prosa de Saavedra, avalado por importantes premios literarios como el de narrativa Granadajoven 2021, organizado por el Ayuntamiento de Granada y la Academia de Buenas Letras de Granada, hace que puedas sentirte identificado con las complejas personalidades que crea en sus escritos. Uno puede adoptar el papel de desalmado y traidor asesino en Las dudas de Eugenio Darín, se puede poner en la piel de un solitario refugiado que soporta privaciones y humillaciones para alcanzar su destino final en Refugio, logra compadecerse de la poca valentía y del conflicto identitario de Antonio Gamboa en Un minuto de Poesía, puede valorar su infancia, si ha sido feliz, leyendo Inocencias apagadas o termina de comprender por qué las personas del mismo sexo deben tener un reconocimiento legal en una democracia avanzada como la nuestra en Todos los años de un día, relato que pone nombre a su primer libro y que cuenta una desgarradora y clandestina historia de amor apasionada entre dos hombres con ideologías contrapuestas y estilos de vida totalmente divergentes en los convulsos años del ocaso del régimen franquista.

Siempre es difícil y algo incómodo para un voraz lector, como yo, escoger en esta ópera prima de Ignacio de Saavedra cuál es el mejor de los cinco relatos que la componen, pero voy a mojarme: para mí, en lo personal, el que me generó más intensas sensaciones ha sido Refugio ya que la historia de Javier y Nasila, unida por la sublime música, la desoladora guerra, la disciplina castrense y la tragedia terrorista, me hizo reflexionar sobre el papel que desempeña y debe desempeñar Europa en este complejo mundo al que asistimos impávidos a tantas repetidas injusticias, a las que tenemos la obligación moral de poner algún tipo de remedio. Madrid, una vez más, se presenta como ese oasis de libertad al que debemos aspirar.

Nico Ferrando es director de Artelibro Editorial y autor de una veintena de ensayos sobre la historia de Madrid

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