Sábado, 27 de febrero de 2021. La proclamación de la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) se materializaba horas después de que España diese por terminada su presencia en el Sáhara Occidental.
En la noche del 26 al 27 de febrero de 1976 el Congreso Nacional Saharaui, máxima representación de la voluntad popular, proclamaba la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). La decisión se materializaba horas después de que España diese por terminada su presencia en el Sáhara Occidental. El país abandonaba la que durante un siglo fue su colonia, cediendo su soberanía a Marruecos y Mauritania tras un acuerdo, el Tripartito de Madrid, que posteriormente fue declarado ilegal por Naciones Unidas.
La proclamación se hizo en la pequeña aldea de Bir Lehlu, en pleno desierto de Sáhara. Allí, el Secretario General del Congreso Nacional Saharaui, Ali Beiba, leyó ante prensa internacional una Carta de Independencia donde consagraba a la RASD como un Estado soberano, libre, independiente, regido por un sistema democrático y de religión musulmana. El nuevo país se situaba como Estado no alineado y se declaraba resuelto a defender su independencia, su integridad territorial, y sus recursos y riquezas naturales, lanzando un llamamiento a todos los Estados del mundo para su reconocimiento.
Pronto la mayoría de Estados africanos reconocieron la independencia de la RASD, lo que permitió que en 1980 la joven nación ingresase en la Organización para la Unidad Africana (OUA). Desde el 27 de febrero de 1976 hasta la actualidad más de 80 países de los cinco continentes han reconocido a la RASD.
Al momento de su nacimiento el Estado saharaui afrontaba su independencia en condiciones adversas, teniendo que construir una nación en el exilio en plena guerra contra la ocupación marroquí. Unos meses después, en agosto de 1976, la RASD aprobó su primera Constitución, incluyendo un ambicioso preámbulo que terminaba de perfilar la particular visión del mundo que tenía el pueblo saharaui, que “lucha por la unidad de los pueblos de la nación árabe, del continente africano y en la plena convicción en la solidaridad militante de los pueblos del mundo para imponer un orden mundial justo y equilibrado que contribuya a la edificación de una humanidad en la que reine la justicia, donde las naciones estén ligadas por relaciones de igualdad y de respeto mutuo.”
Este 27 de febrero de 2021 se cumplen 45 años del nacimiento de un Estado que sigue luchando por su independencia plena. Pese al paso del tiempo, la determinación de los saharauis continua inquebrantable ahora que las armas vuelven a rugir en el desierto.
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