Un millón de personas con discapacidad están presas en sus casas

De igual forma, agradece a Unidos Podemos que haya registrado en el congreso una proposición de ley de reforma de la ley de propiedad horizontal que favorezca el acceso universal a la vivienda de las personas que puedan tener una discapacidad sobrevenida. En estos casos, como no estaba previsto, el inquilino, necesitaría un tercio de los votos de los vecinos para poder instalar un ascensor.

Garantizar el acceso mediante una rampa para personas mayores de 70 años o personas con dificultad de movilidad es una realidad en España que envejece a pasos agigantados. Ya no estamos hablando de personas con discapacidad sino de aquellas que por razones de edad, enfermedad o accidente, tengan la necesidad de adaptar su vivienda y los accesos.

En ese sentido, en España, solamente un 1 % de las viviendas son realmente accesibles lo que hace imposible trasladarse desde el hogar a la calle. Las salidas y entradas del portal y el acceso afuera en todas las ocasiones es imposible.

Es significativo resaltar que Luis Cayo Bueno, presidente del CERMI recordó que esta organización lleva cerca de 15 años solicitando al parlamento que actue en este sentido. Los logros se remiten a haber hecho parques pero no a mejorar los edificios y evitar barreras y obstáculos para este colectivo.

Impedir que las personas con discapacidad tengan una vivienda digna, adecuada a su problema e inclusiva, dentro de un entorno social es absolutamente discriminatorio. Para ello sería necesario de una vez por todas modificar la ley que a todas luces es obsoleta y condena a un millón de personas in crescendo, a estar confinados en sus viviendas; limitando no solo su libre movilidad sino la comunicación e interacción con sus iguales y el entorno más próximo. 

En las próximas semanas se prevé una acción de incidencia política real para que todos los grupos parlamentarios sean conscientes de esta situación y se debata y se logren los objetivos previstos de accesibilidad universal.