«Todos estábamos de acuerdo en que tuviera un fin social más agradable que poner otro piso turístico»
Como si de un cuento de navidad se tratase, unos hermanos de Málaga ha decidido donar una casa recibida tras el fallecimiento de su madre a cinco jóvenes migrantes sin hogar que estudian secundaria y trabajan tengan un techo digno.
La familia ha decidido regalarla a la ONG ‘Málaga Acoge’. Para rehabilitar la casa, que se encontraba en ruinas, la familia ha recaudado 65.000 euros gracias a donaciones privadas.
«No necesitábamos la casa. ¿Especular con ella y hacer un piso turístico? Pues Tampoco tiene mucho sentido. A los hermanos nos ha ido bien en la vida. No necesitábamos el dinero. Estaba claro q la vivienda era para un fin social», indicó Francisco Salcedo, uno de los hermanos donantes.
Estos chicos son usuarios del sistema de puerta única. Duermen en albergues, centros de acogida o bajo el techo que ofrece Cáritas en Calor y Café. A veces ocupan o duermen bajo un puente. Pedro García, técnico de Málaga Acoge, calcula que en Málaga son entre 70 y 80. Llegan a España siendo menores, pasan por el sistema de acogida y, al cumplir los 18, se encuentran en la calle y luchando contra el reloj para encontrar un contrato de trabajo de 40 horas semanales para renovar el permiso de residencia.
Ahora lo tendrán un poco más fácil. La vivienda, de más de cien metros cuadrados, cuenta con cuatro dormitorios, dos baños, salón, cocina y patio. Los jóvenes, que estaban en una situación de desamparo, podrán seguir estudiando, gracias a la donación de esta casa. Un regalo que debería hacer pensar a muchos en que si acumular bienes trae más felicidad que hacer el bien por los demás.
Sea el primero en desahogarse, comentando