Una paz que no importa

Recibo una llamada de un buen amigo que tiene una noticia que darme. Lo hace porque sabe que esa nueva que me tiene que dar no ocupará portadas de medios de comunicación y que probablemente pasará desapercibida, por lo que podría tardar en enterarme. Eritrea y Etiopía han firmado un acuerdo de paz que acaba con veinte años de guerra.

Sí, ya sé de la poca trascendencia que tienen estas noticias en nuestra vida diaria. Probablemente no consigan hacer oscilar los índices de ningún mercado financiero global. Que a los únicos actores internacionales que les afectará es al de los traficantes de armas que tendrá que buscar un nuevo destino para sus stocks. Por cierto ¿en qué parte del mapamundi dices que hay que buscar a estos países?

En el año 1990 había 19 conflictos armados activos en el mundo, en 2013 eran 37 y hoy en día se mantienen en esa franja de los 40 aproximadamente. Estos conflictos afectan hoy a unos 67 países, de los poco más de 200 que hay; por tanto, al menos el 33% de los países del planeta andan en esto.

Pero a nosotros, que estén en paz o en guerra, es algo que no nos alterará la vida. En nuestras preocupaciones diarias están antes esas “avalanchas” de pateras cargadas de personas que vienen “a quitarnos el trabajo”, como si las guerras y las migraciones no estuvieran relacionadas. Andamos inquietos por los ataques terroristas que se dan cada poco dentro de nuestras fronteras, que es otro asunto que tampoco tiene nada que ver con los conflictos armados del mundo. En mi tierra natal, Sevilla, estamos además preocupados por las escasas ventas del avión militar A400 M, que se fabrica aquí y que no logra despegar -nunca mejor dicho- porque no hay suficientes pedidos de ejércitos interesados en comprarlos; el para qué los usen nos trae sin cuidado.

Con esta paz firmada menguará nuestro negocio de armas, mala cosa que no puede ser compensada con la reducción del número de refugiados de estos dos países porque son muy pocos ¿dónde decías que estaban Etiopía y Eritrea? Menos mal que pronto entrará algún conflicto a sustituir al que hemos dado de baja.

Llámenme raro, pero yo soy de los que se alegran de este nuevo acuerdo de paz. De todos los acuerdos, de los conocidos, de los que vendrán. Soy de los que le gustaría que el Mediterráneo dejara de ser la fosa común que es, aún a sabiendas de que con ello nuestra economía se vería seriamente perjudicada (España es el séptimo exportador mundial de armas). No, no soy ni un ingenuo ni un pacifista, sé que las guerras, en algunos casos, son difíciles de evitar; pero eso no me impide ser un ferviente defensor de la paz, a desear siempre la paz, sobre cualquier otra opción. Enhorabuena Eritrea y Etiopía, bienvenidos a la cordura.

Javier Polo

@JavPolo

 

 

 

Eritrea y Etiopía ponen fin a una guerra de casi 20 años