Por Carla Antonelli.
Qué alegría, que alboroto; el anuncio ayer de la Organización Mundial de la Salud, que sin duda hay que celebrarlo, un hecho histórico. Los titulares son claros y explícitos, la OMS deja de considerar la transexualidad como una enfermedad mental, algo que por otro lado ya sabíamos las personas transexuales desde que tenemos uso de razón.
Grandísimo avance, destacando a todos los profesionales comprometidos con la despatologización de la transexualidad, en contra de otros que se aferran al inmovilismo y la condescendencia hacia las personas trans, esas/os pobrecitas/os enfermas/os.
Pero dicho todo esto, vayamos a la letra pequeña, que nos persigue y estigmatiza desde la noche de los tiempos. Ahora, salimos del Manual de Trastornos Mentales y pasamos a otro que llaman “Códigos Z” y bajo un nuevo epígrafe de condiciones relativas a la salud sexual, por ahí todo casi bien, si no fuera por la “brillante idea” de la denominación que nos vuelve a grabar a fuego el -triangulo rosa- y nos señala como “incongruentes de género”. Aunque si algo que somos las personas trans, es todo lo contrario, muy congruentes con nuestra identidad sexual y/o expresión de género, la incongruencia solo lo será para quien observa desde el desconocimiento profundo de nuestra realidad y se sujeta a las apariencias externas que poco o nada dicen de la propia identidad.
No hemos luchado ni llegado hasta aquí, para este nuevo giro de tuerca. Primero teníamos un trastorno mental, luego dentro del mismo manual nos cambiaron de estantería, dejándonos en la misma biblioteca, con un nuevo nombre, “disforia de género”, que parecía que había que dar hasta las gracias. Ahora, por fin salimos del Manual de Trastornos y cuando creíamos haberlo conseguido, vuelven a estamparnos el sello en la frente.
Ni enfermos mentales, ni incongruentes de género, solo una manifestación mas de la diversidad del ser humano, seguro que llegará el día que nos contemplen como eso, personas, sin etiquetas peyorativas que solo añaden estigma, rechazo social, dolor y sufrimiento
Soy trans, soy congruente
Carla Antonelli, activista transexual Diputada del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid
