De frutos rojos, burofaxes y contraversiones a la «vía danesa»

El director de La Mar de Onuba responde a los burofaxes de las empresa Bionest y Tierras del Condado recibidos ayer en nuestra redacción.

por Perico Echevarría

 

Jueves, 22 de julio de 2021. Recibimos ayer en la redacción de La Mar de Onuba sendos burofaxes, con idéntico texto, remitidos de forma separada por representantes legales de las empresas Berrynest (Bionest) y Tierras del Condado en los que se requiere de esta revista que sea publicada una rectificación respecto de la siguiente noticia, que abría nuestra Portada del pasado 14 de julio:

Supermercados daneses suspenden la compra de frutos rojos de Huelva tras las investigaciones que denuncian violaciones de derechos fundamentales en las empresas de sus proveedores

Como venimos respondiendo en estos casos (es amplia y variada la colección de burofax que recibimos) no ha lugar a rectificar ni una sola coma de lo publicado en La Mar de Onuba. Atendiendo al derecho de rectificación que asiste a todas las personas y entidades, la política de nuestra revista es publicar directamente y de forma íntegra, el burofax recibido. Y que nuestras lectoras y lectores saquen, como no debe ser de otra forma, sus propias conclusiones. Pretenden Bionest y Tierras del Condado compeler (es decir, obligar) a esta revista a que publique, “con relevancia semejante a la otorgada por ustedes al artículo controvertido”, otro artículo que contradiga nuestra información de Portada. Hemos de insistir: no ha lugar.

Eso sí, las personas que leen La Mar de Onuba (y aprovecho para calzar que más de tres millones han visitado nuestro digital en el último año) tienen derecho a conocer, siempre, las contraversiones a nuestras «controvertidas» informaciones que quieran ofrecer las personas y entidades citadas en nuestro medio. Pueden hacerlo leyendo en su totalidad los burofaxes recibidos, que diligentemente publicamos en nuestra ya “célebre” sección Buzón de burofax de La Mar de Onuba, a cuyas obras completas se puede acceder haciendo clic en este enlace.

Extracto de los burofaxes de idéntico contenido remitidos ayer por Tierras del Condado SL y Berrynest SL a la redacción de La Mar de Onuba

Como bien destacan Bionest y Tierras del Condado en sus textos, “el ejercicio del derecho de rectificación no depende de que la información sea inexacta (que no es el caso), sino que basta con que el afectado la considere como tal y le perjudique (sí lo es) para que se le permita ofrecer una “contraversión” que ha de publicarse en la forma que prevé el art. 3 LO 2/1984”. En ese sentido, consideramos que lo más honesto y cercano a lo dispuesto en dicha Ley Orgánica es reproducir en su integridad tanto esas contraversiones como las motivaciones que llevan a sus protagonistas a solicitar su difusión, aclarando que la autoría es de las personas o entidades citadas en el artículo controvertido, y no de nuestra revista.

También cabe destacar, en los casos que hoy nos ocupan, que las tres grandes empresas del sector de los frutos rojos citadas en nuestra información sobre la vía danesa no han respondido a las reiteradas peticiones de La Mar de Onuba para que ofrezcan su versión de los hechos controvertidos. En el caso de Bionest, y según consta en los dos burofax objeto de esta carta, la empresa sostiene haber informado a esta revista “a petición suya” [por esta redacción] a través de un breve comentario remitido vía WhatsApp por el departamento de comunicación del lobby patronal Interfresa. Según los burofaxes, la dizque información citada, en sus “términos exactos” fue la siguiente:

La empresa indica que esta cuestión ha sido resuelta con el supermercado”.

El texto responde a una pregunta formulada por esta revista a Interfresa, a la que no se pidió que intermediara con Bionest, motivo por el que no lo reprodujimos en nuestro artículo, como acertadamente destacan Bionest y Tierras del Condado en sus requerimientos de rectificación. En sus “términos exactos”, nuestra petición a Interfresa fue la siguiente:

Buenos días. Según informa Danwatch en la investigación que reproducen Politiken y Al Jazzeera, la cadena de supermercados de Salling Group ha decidido paralizar la compra de fresas a Bionest hasta que un equipo de evaluación de la propia empresa verifique que en dicha empresa se respetan los derechos de los trabajadores. Otros grupos empresariales estarían también planteando medidas similares. Solicitamos valoración de Interfresa al respecto y, si fuera, posible, contacto de Bionest para lo mismo.

Así que, para no faltar a la verdad, lo que La Mar de Onuba solicitó a Interfresa fue una valoración del lobby patronal respecto de nuestra noticia, así como un contacto de la empresa Bionest al que poder dirigirnos directamente. La breve respuesta del lobby, en sus ‘términos exactos’ fue, en realidad, la siguiente:

Interfresa no va hacer ningún comentario. Por su parte, la empresa indica que esta cuestión ya ha sido resuelta con el supermercado”.

En cualquier caso, insistimos, la empresa Bionest, así como cualquier otra, está invitada a responder directamente a nuestras preguntas. Por ejemplo, ¿cobran sus trabajadores la denominada «indemnización de camino»? ¿Disponen los alojamientos que la empresa ofrece a sus trabajadores de taquillas individuales con llave para guardar sus enseres y pertenencias personales? ¿Están climatizados dichos alojamientos? ¿Se cobra o detrae cantidad alguna a los trabajadores por el alojamiento? ¿Existen “listas de productividad” en su empresa? ¿Se ha penalizado y/o apercibido alguna vez en su empresa a trabajadores que no alcanzaban la media diaria fijada en dichas listas? ¿Son obligatorias las horas extraordinarias en su empresa? ¿A cuánto las pagan? ¿Han dejado de contratar a trabajadores que han reclamado derechos que consideran no respetados? ¿Cuántas personas con categoría laboral de peón agrícola son trabajadoras fijas o fijas-discontinuas en su empresa?

Todas son preguntas que nos gustaría poder formular directamente a todas las empresas del sector de los frutos rojos. La mayoría son cuestiones que forman parte del polémico cuestionario tipo elaborado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social para uso de los funcionarios de la ITSS en las inspecciones que llevan a cabo en empresas del sector agrícola desde mayo del pasado año por orden expresa de la ministra Yolanda Díaz. Cabe señalar a este respecto que la aplicación del cuestionario reveló en sus primeros siete meses que 7 de cada 10 empresas inspeccionadas cometían infracciones que repercutían en merma de derechos de sus trabajadores. En el primer trimestre de 2021, y tras una cantidad de inspecciones en el sector inédita hasta la fecha, la cifra de infracciones se redujo en un tercio, afectando a 1 de cada 3 empresas inspeccionadas.

Cifras que, no obstante, siguen siendo a todas luces alarmantes. Durante los meses de enero, febrero y marzo de este año, el 28 % del total de inspecciones de la ITSS en empresas agrícolas se realizaron en la provincia de Huelva. “Este último dato es importante, pues en el primer trimestre del año se concentra gran parte de la actividad de la campaña de la fresa de Huelva”, destaca el informe estadístico remitido a esta revista por la Vicepresidencia Segunda del Gobierno y Ministerio de Trabajo y Economía Social, cuyo contenido daremos a conocer en esta revista en los próximos días, y que evidencia la preocupación del Gobierno de España por las denuncias de vulneraciones de derechos fundamentales realizadas por un amplio elenco de entidades y equipos de investigación, que abarca desde los propios colectivos de trabajadoras hasta varias relatorías de Naciones Unidas.

Una conversación reveladora

Si no quieres que se sepa no lo hagas” (proverbio chino)

De lo que no cabe duda, es que el trabajo periodístico y de investigación realizado por La Mar de Onuba estos tres últimos años ha logrado poner el foco sobre las denuncias de las trabajadoras y trabajadores del campo onubense como nunca antes.

Ninguna de nuestras informaciones “controvertidas” y objeto de esos burofaxes con los que algunas empresas y responsables políticos eluden su posibilidad de responder a nuestras preguntas ha sido refutada. Al contrario, han sido ampliamente superadas por la “rabiosa actualidad” cuando la crónica de sucesos se ha hecho presente, también, en la historia de los frutos rojos onubenses. Operaciones contra redes de trata de seres humanos como Urofort o Adelita, instruidas (ojo al dato) por juzgados de Jaén y Segovia, y en las que la UCO de la Guardia Civil liberó a más de 200 personas que estaban siendo esclavizadas en empresas de frutos rojos a través de ETTs, o, más recientemente, la detención de los hermanos Goméz Domínquez (propietarios de la empresa Agromalvi SL, asociada a la cooperativa Fresón de Palos y a la patronal Asaja) por vender falsos contratos de trabajo a cinco mil euros a personas a las que también explotaban en situaciones de semiesclavitud, casos aislados, son indicadores de que “ocurren cosas”.

Cierta es, y más que comprensible, la preocupación de la mayoría de los empresarios de los frutos rojos onubenses que no incumplen las leyes por el daño que causan a la imagen todo el sector, pilar de la industria onubense, la difusión en medios como La Mar de Onuba de prácticas  abusivas -sonado hándicap- de malos empresarios.

En este sentido, resulta bastante reveladora una conversación mantenida por este director con el propietario de una de las grandes (más de 2.000 trabajadores en plena temporada alta de frutos rojos) cuyos burofaxes preceden a esta carta, mantenida el 15 de febrero de este año, y de la que destaco algunos extractos:

PROPIETARIO.- Yo de lo que me gustaría poder hablar contigo es de ver un poco el lado más amable de esto, y no solo que publicáis… que solo sacáis la parte negativa de esto. De intentar dar una imagen del sector distinta. No es que discuta lo que publicáis. Pero es que hay miles de cosas que también son ciertas y que son la parte positiva de este sector y no se publican en vuestro medio.

Perico Echevarría.- Es que bajo nuestro punto de vista editorial hacer las cosas bien no es noticia, P.

P.- Vamos a ver. Tiene que ser noticia porque es el bienestar de la provincia de Huelva. Un sector en el que trabajan 80.000 personas y que si la gente quisiera habría cero paro… Lo que pasa es que la gente no quiere trabajar.

PE.- Esos no es verdad. La gente claro que quiere trabajar. Lo que no quiere es trabajar por debajo de las condiciones que marca el convenio colectivo. Y hay un hecho cierto, P., y es que en Huelva el Convenio Colectivo del Campo no se respeta en demasiados casos.

P.- Eso no es cierto, Pedro.

PE.- Por ejemplo, P. ¿vosotros a cuánto pagáis la hora extra?

P.- Es que las horas extra no están recogidas en el convenio colectivo.

PE.- ¿Cómo que no?

P.- Bueno, sí. Pero el hecho de hacer hora extras es una necesidad…

PE.- Pues eso, ¿a cuánto pagáis la hora extra?

P.- Pues a lo que diga el convenio, si el convenio colectivo dice a 8 euros, pues a 8 euros, si dice a seis euros…

PE.- Lo que dice el convenio es que hay que pagarlas al 175 % de la hora habitual. Eso es más de 12 euros.

P.- Vale. Y tú dices… si el sector se arruina porque tiene que pagar las horas extra porque el sector no es rentable…

PE.- Pues en ese caso tú quieres trasladar a los trabajadores un problema que no es de ellos. Ellos son trabajadores por cuenta ajena, y no les corresponde analizar los problemas que tú puedas tener para pagarles lo que les corresponde. Si tú facturas o no lo suficiente para pagar su sueldo no es asunto de ellos. A ellos les corresponde hacer bien su trabajo y recibir el salario que dice el convenio que tienen que cobrar.

P.- Bueno, eso es muy amplio.

PE.- Es Ley. Pero esto es algo que ya me han dicho otros empresarios: “¿A cuánto tengo que vender yo la fresa para pagar lo que dice el convenio?”.

P.- ¿Y cuál es la ley de rendimiento que dice el convenio?

PE.- ¿Perdón?

P.- ¿Qué cuánto tiene que rendir un trabajador para cumplir el convenio? Es que eso el convenio no lo dice.

PE.- Es que no tiene que decirlo. Precisamente, como yo lo entiendo, uno de los grandes avances del convenio en Huelva es que no contempla el trabajo a destajo, fija el salario por jornada y hora, no por kilos.

P.- Entonces, el tema de la rentabilidad o la ruina… Yo, por ejemplo, que yo me arruine…

PE.- Insisto en que ese es un problema empresarial y no del trabajador.

P.- Entonces, vamos a ver,… ¿a quién se lo trasladas?

PE.- Pues no lo sé. Pero si sé que a quien no se lo puedes trasladar es al trabajador.

(…)

PE.- Otra cuestión. ¿Tú contratas a mujeres marroquíes?

P.- Yo traigo a mujeres todos los años.  

PE.- Vale. Una pregunta, ¿A cuántas de ellas les has entregado un certificado que diga cuánto van a ganar, en neto, el tiempo que estén en España, como se establece en la Orden Gecco?

P.- Bueno, es que eso de la Orden Gecco es un brindis al sol.

PE.- No, P. La Orden Gecco es una orden ministerial.  Una norma de obligado cumplimiento, como el convenio colectivo. Y no se cumple. No he conseguido dar con una sola trabajadora que disponga del documento que te digo.

P.- Pues habrá que decírselo a Freshuelva, o a Asaja o a…

PE.- ¿…la opinión pública?

P.- A ver, si el trabajador… Si el empresario… A ver, las condiciones no las pone él. El empresario nunca pone las condiciones de lo que tiene que contratar. Están las condiciones ya. Si tú dices, bueno, pues esto no me conviene, pues no lo aceptas y ya está. Pero decir que las trabajadoras marroquíes aquí no vienen con garantías es pasarse veinte pueblos.

PE.- No se trata de que vengas sin garantías, sino de si esas garantías se cumplen. Las garantías claro que las tienen, se llaman Orden Gecco, que, insisto, es una orden ministerial de obligado cumplimiento. Solo que no se cumple.

P.-

Cada cual saque sus conclusiones. Los hechos son los que son. Como los contamos en La Mar de Onuba. Con todas sus consecuencias.

Huelva, a 22 de julio de 2021, Día Internacional del Cerebro.

Perico Echevarría es editor y director de La Mar de Onuba

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