La mejora en las cifras macroeconómicas justifica la necesidad de continuar avanzando de manera paralela en la mejora de los aspectos más sociales de un Estado que viene a llamarse de Derecho.
Jueves, 23 de septiembre de 2021. En la mañana de hoy hemos conocido el dato del Producto Interior Bruto (PIB), publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), referido al segundo trimestre del año. Las cifras aunque vuelven a ser muy esperanzadoras, aunque deben ser analizadas de forma cautelosa. Según los datos publicados hoy, la economía estatal registró un importante crecimiento intertrimestral del 1,1%, por lo que no solo recupera el retroceso experimentado en el primer trimestre del año (-0,6%) sino que recupera los valores positivos. A pesar de ello, decimos que deben ser analizados cautelosamente ya que si sitúa muy por debajo del previsto cuando se publicó el avance del indicador (2,8%).
Tras dos trimestres consecutivos con importantes reducciones en el ritmo de recuperación económica, incluso, en el arranque de año, registrando un importante descenso de la producción estatal, se alcanza ahora una tasa intertrimestral que supera en 1,7 puntos la del trimestre anterior y en casi un punto el dato obtenido al cierre del cuarto trimestre del pasado año.
En términos interanuales, los datos son incluso mucho más positivos, aunque algo inferiores a los previstos en el avance del trimestre publicado anteriormente por el propio INE (19,8%). De esta forma, se ha registrado un incremento del PIB estatal del 17,5% con respecto al nivel alcanzado en el segundo trimestre de 2020. De esta forma, tras cuatro trimestres consecutivos con interanuales negativas, nos situamos ahora en un nivel de producción sensiblemente superior al alcanzado en el mismo trimestre del año pasado.
En definitiva, tenemos que valorar positivamente el incremento del PIB durante el periodo comprendido entre abril y junio de este año ya que supone un nuevo impulso al proceso de recuperación económica, ayudando a dar forma a esa ansiada recuperación en “v”. A pesar de ello, no podemos olvidar que la pandemia todavía no está superada y que cada nueva ola de contagios supone un riesgo cierto para la “salud” de nuestro modelo económico.
La mejora en las cifras macroeconómicas justifica, mejor que ningún otro indicador, la necesidad de continuar avanzando, de manera paralela, en la mejora de los aspectos más sociales de un Estado que viene a llamarse de Derecho. El incremento del SMI es una buena noticia, pero tenemos que continuar avanzando en esa línea. En este sentido, hay que elevar los salarios, las pensiones y las prestaciones por desempleo, hay que continuar apostando por los ERTEs mientras la vuelta a la normalidad no esté consumada. En definitiva, es el momento de utilizar la etapa post-Covid para avanzar en la consecución de los ODS y en la implantación de la Agenda 2030 prestando, al objetivo 8 (trabajo decente), la importancia que merece.
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