Elecciones legislativas: victorias y derrotas

 



por Pedro Iniesta Ruiz

Lunes, 13 de junio de 2022. A lo largo de la quinta república, las elecciones legislativas en Francia han sido siempre un mero trámite para confirmar la mayoría presidencial. Así, hace 5 años, Emanuel Macron, tras ganar las presidenciales, recibió una cómoda mayoría absoluta en las legislativas, dejando al resto de grupos políticos con una exigua representación parlamentaria.

Pero en esta ocasión todo ha cambiado, y aunque la coalición macronista se asegure la mayoría simple, podría no alcanzar la absoluta en la segunda vuelta, y eso le provocaría una inestabilidad institucional con la que el monarca de la Republica no contaba. Y es que el presidente ha reinado más que gobernado, y ha impuesto sus políticas con enormes dosis de soberbia.

De otro lado, la mayor parte de la izquierda ha concurrido a las elecciones en una candidatura única, y eso les ha dado un impulso electoral que muchos creían imposible. Jean Luc Melenchon ha conseguido marcar el paso de la campaña y ha obtenido un resultado extraordinario. Recordemos que la NUPES (la Nouvelle Union popoulaire Ecologique et Social) ha sido la primera fuerza en votos, aunque no en escaños. Y es que Mélenchon es un político con una mente preclara que le ha hecho frente a las políticas liberales del actual presidente.

Por su parte, Le Rassemblement National, el partido de Le Pen, tercera fuerza política en Francia, sumará los diputados necesarios para constituir un grupo parlamentario, algo que no ocurría desde hacía lustros. Los políticos del odio ya no son marginales, han llegado para quedarse, y eso debería despertar alguna reflexión.

Y si de elementos fascistoides se trata, una de las alegrías de la noche nos la dio el fracaso estrepitoso del ultraderechista Eric Zemmour, cuyo partido, Reconquête, Reconquista, se quedó sin conquistar absolutamente nada. Tanta paz se lleve como descanso deja.

Y sin descansar aún está el que fuera Ministro de Educación de Macron, Jean Michel Blanquer, al que sus convecinos le han dado una patada donde más duele, en el orgullo, y lo han dejado fuera de la Asamblea. El pobre hombre, conocido por su maltrato sistemático a la educación nacional, está intentando trampear en la justicia para descalificar al oponente que lo adelanta en votos, pero todo indica que lo mandarán a llorar a la llorería.

Así las cosas, en una semana tendremos la segunda vuelta, una oportunidad de oro quitarle la corona a Macron y devolverlo al mundo de los mortales. La izquierda tiene que movilizarse de nuevo para romper la mayoría absoluta liberal y abrir una nueva etapa democrática en un país que se merece mucho más que este pseudo-monarca que ya tenemos medio destronado.

Pedro Iniesta Ruiz, columnista y analista político de La Mar de Onuba, es profesor de lengua y literatura españolas en París (Francia) y secretario general de la agrupación del PSOE de París.

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