‘Espadas añora a Enver Hoxha’, por Ramón Triviño

Enver Hoxha y Juan Espadas
“Llegó el regalo tóxico, ya que sobrepasaba la línea roja impuesta por el propio Espadas, que exigía que en la nueva mayoría que se deberá formar en Málaga, no tuviese nada que ver con la figura del otrora secretario de Organización, el diputado regional Francisco Conejo, más susanista que la propia Susanísima”.
“El problema se planteó para designar a la cabeza del batiburrillo, que después de cambiar un montón de cromos no quedó más remedio que ungir al poco carismático y muy manejable, Daniel Pérez, el simpático, que en realidad goza de escasas simpatías en la organización”.

El periodista Ramón Triviño escribe sobre la lista casi única que se forma de cara al próximo congreso provincial del PSOE malagueño: “En resumen, que si nadie lo remedia, el PSOE de Málaga volverá a ser regido por una ensaladilla de mandarines, con apoyos que se mueven más que los temblores de los terremotos de La Palma y que no tendrán empacho en sacar los cuchillos largos cuando llegue la noche de repartir cargos y prebendas«.

por Ramón Triviño

Miércoles, 10 de noviembre de 2021. A primera vista parece que Juan Espadas, que acaba de consagrar su asunción a los cielos del socialismo andaluz, ha conseguido que el espejo que refleje al PSOE de Málaga vaya unido, con una sola candidatura al congreso provincial del próximo mes de diciembre. La otra, la del alcalde de Ojén no tiene posibilidades. Y digo aparentemente, porque francamente, esa unidad, lograda a bastonazos, se parece más a los tiempos del dictador comunista de Albania, Enver Hoxha, cuyos súbditos eran obligados a ir en comunión con el presunto amado timonel.

Aunque la realidad, para desgracia del socialismo malagueño y la algarabía de las huestes populares, es bastante más complicada. Algunos estos días se preguntaban por quién estaba asesorando a Espadas para resolver la siempre complicada y conflictiva cuestión malagueña. Sería difícil responder a esa pregunta, ya que el secretario general del PSOE de Andalucía lo que ha hecho en las últimas semanas, por no decir meses, ha sido escuchar a todo el que tenía algo que decir, lo que en principio no parecía mala estrategia.

Aunque a ojos de los observadores de la historia del PSOE de Málaga, la fórmula se antojaba envenenada, ya  que además de apartarle de la doctrina de Ferraz: renovación, unidad de la fetén, y más renovación, le ha conducido a parir un engendro con siete cabezas que sería milagroso que terminase creciendo y fructificando. Así, Espadas escuchó las posiciones del secretario general saliente, José Luis Ruiz Espejo y una buena parte de los que siempre han tocado bola en el socialismo malagueño.

Dani Pérez y Juan Espadas

Ya sea en San Vicente o en Las Cinco Llagas de Nuestro Redentor, actual sede del Parlamento regional, se hicieron cábalas y se sacaron porcentajes buscando la fórmula mágica que sumase la mayoría que lograse el apoyo, cuanto más unánime mejor, de los sufridos militantes. Y ahí llegó el regalo tóxico, ya que sobrepasaba la línea roja impuesta por el propio Espadas, que exigía que en la nueva mayoría que se deberá formar en Málaga, no tuviese nada que ver con la figura del otrora secretario de Organización, el diputado regional Francisco Conejo, más susanista que la propia Susanísima.

La prueba está en la sonrisa beatífica, parecía que se le había aparecido la virgen, que Conejo exhibía durante la última reunión del Comité Provincial del PSOE de Málaga, convocado para abrir el proceso electoral interno de lo que serán las elecciones primarias para la renovación de sus órganos de dirección.

No cabe duda que Francisco Conejo es, desde los tiempos en que Rafael Centeno fue desalojado de su cargo por la nueva mayoría que lideró Miguel Ángel Heredia, la cabeza maquiavélica que mejor suma voluntades y que sabe tirar de los hilos de los cataplines a los que se resisten a participar en sus apuestas.

Dani Pérez y Paco Conejo

Pues bien, utilizando peones interpuestos, Conejo se puso manos a la obra para ponerle en bandeja a Espadas la mayoría que necesitaba. No cabe duda de que la principal bolsa de votos está bajo el control de Conejo, y por ende de Ruiz Espejo; los todavía fieles a Susana Díaz, a los que añadió a los alcaldes de las principales ciudades gobernadas por el PSOE, temerosos de quedarse colgados de la brocha; los cabreados con el sanchismo, que a última hora hasta consiguió sumar su cara más relevante, la del diputado Ignacio López; a los que salpimentó con los cogecosas siempre dispuestos a aspirar a cualquier poltrona.

El problema se planteó para designar a la cabeza del batiburrillo, que después de cambiar un montón de cromos no quedó más remedio que ungir al poco carismático y muy manejable, Daniel Pérez, el simpático, que en realidad goza de escasas simpatías en la organización, aunque en las últimas jornadas parezca que lleva toda la vida  pronunciando el mismo Sermón de la Montaña.

Lo que muchos ignoran es que Dani Pérez, que se curtió como líder de las Juventudes Socialistas, recién finalizados sus estudios de Biología tuvo cierta relación con Espadas, en esa época viceconsejero de Medio Ambiente, al trabajar como asalariado indirecto, supuestamente, contando pozos para una empresa pública de la Junta de Andalucía, competencia de la citada consejería.

Aunque sin nada que hacer a la hora de recabar apoyos, no tardó en salir a la nueva e inmensa mayoría un grano en el trasero, en el momento en que el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez, alias Nono, decidió, no se sabe si a empujones, si por un calentón, o porque otros no se atrevieron a dar el paso, presentar su candidatura.

Pero la sonrisa de Conejo no desapareció de su rostro, ya que conoce mejor que nadie las debilidades y posibilidades del alcalde, que por si alguien no lo recuerda estuvo involucrado en los lamentables hechos de agosto de 2010, que terminaron con la disolución, entre lágrimas, de la agrupación socialista de Ojén, con el objetivo de encumbrar a Gómez y de paso tratar de recuperar la mayoría en la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental.

En resumen, que si nadie lo remedia, el PSOE de Málaga volverá a ser regido por una ensaladilla de mandarines, con apoyos que se mueven más que los temblores de los terremotos de La Palma y que no tendrán empacho en sacar los cuchillos largos cuando llegue la noche de repartir cargos y prebendas. Y por supuesto, a Herver Hoxha se la han metido doblada.

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