Gatillazo de la derecha, victoria de trabajadores y trabajadoras

«La legislatura no será fácil, pero los trabajadores seguiremos dando la batalla y la seguiremos ganando»

«Se entiende el balbuceo de Cuca Gamarra, que no atina a encadenar dos frases seguidas, y el berrido de Teodoro con los brazos en alto perjurando mientras intentaban sumar un deshonor más a la jornada diciendo que el sistema telemático de votación había fallado»

por Pedro Iniesta Ruiz

 

Viernes, 4 de febrero de 2022. Hay votaciones que lo cambian todo, y la derecha en nuestro país, incivilizada y heredera del franquismo, lo sabe. Lo sabía cuando compraron a dos golfos de nombres Sáez y Tamayo para que Esperanza Aguirre pudiera ganar con corruptelas lo que no ganó en las urnas. Lo sabía el 11M, cuando jugaron con el desgarro de todo un país, usando la muerte como arma política y el terrorismo como excusa. Y la derecha lo sabía también en Murcia, donde no solo compraron a tres parlamentarios de Ciudadanos en la Asamblea regional, sino que además compraron al número 7 de la lista, que no había sido elegido, por si alguno de los diputados dimitía tener ya comprado al siguiente.

Si de algo saben en el PP es de informática, y si no que se lo digan al que destrozó a martillazos el ordenador de Luis Bárcenas en la calle Génova

Y en este mercado persa de la corrupción, se puso precio a Sergio Sayas y Carlos García Adanero, a la sazón diputados de Unión del Pueblo Navarro. Y lo que ocurrió después fue un espectáculo circense en el que cada espantajo tuvo su papel. Primero los diputados de UPN estuvieron en medios de comunicación diciendo que respetarían el voto pactado por su partido, después lo hicieron en el parlamento, y apelaron al voto en conciencia. ¿Voto en conciencia? Mentira a conciencia.

Pero la poesía tiene giros de justicia, y el más inesperado para el contubernio de las derechas fue el del nuevo antihéroe nacional, el hazmerreír público número 1, el diputado que se saltó las clases de comprensión lectora en la EGB y al que se le hicieron cuesta arriba incluso las lecciones de Barrio Sésamo: Alberto Casero.

Conocido por ser el secuaz de confianza de Teodoro y uno de sus serviles brazos ejecutores, Alberto se equivocó hasta en tres votaciones el mismo día. Y es que hay quienes aprenden de sus errores y quiénes sucumben a ellos una, dos y hasta tres veces. Así las cosas, se entiende el balbuceo de Cuca Gamarra, que no atina a encadenar dos frases seguidas, y el berrido de Teodoro con los brazos en alto perjurando mientras intentaban sumar un deshonor más a la jornada diciendo que el sistema telemático de votación había fallado.

La derecha lo sabía también en Murcia, donde no solo compraron a tres parlamentarios de Ciudadanos, sino que además compraron al número 7 de la lista, que no había sido elegido, por si alguno de los diputados dimitía tener ya comprado al siguiente

Es cierto, si de algo saben en el PP es de informática, y si no que se lo digan al que destrozó a martillazos el ordenador de Luis Bárcenas en la calle Génova. Por eso nos repetirán mil veces la misma matraca, porque este grupúsculo es capaz de enseñarnos una calculadora que pone cinco y decirnos que falla porque ellos suman correctamente dos más dos.

Pero lo más grave llega ahora, porque si es nauseabundo servirse de los subterfugios del sistema para untar a dos diputados, aún lo es más deslegitimar las instituciones hablando incluso de pucherazo. Eso es lo que leíamos en un tweet de las nuevas generaciones del PP en el que los cachorros de Teodoro decían: Meritxell Batet está secuestrando nuestra democracia.

Hay quienes intentan degradar nuestra democracia porque se creen sus propietarios, pero estos caciques que hablan de fraude solo son una parodia infantil de sí mismos

Y es que estos infelices, estos hijos de papá, demuestran un nivel semejante al tardodiputado pánfilo y patán que se ha equivocado votando mientras sus amigos sacaban la chequera de comprar diputados. Que a nadie le sorprenda que los dos tránsfugas de UPN integren pronto las filas de la derecha o la extrema derecha, porque las bestias carroñeras se alimentan de la podredumbre, y en esos escaños prolifera la pestilencia de la corrupción con el hedor infame de los cuerpos en descomposición.

Es cierto, hay quienes intentan degradar nuestra democracia porque se creen sus propietarios, pero estos caciques que hablan de fraude solo son una parodia infantil de sí mismos. Y Mientras tanto, este gobierno progresista ha aprobado una reforma laboral que va a cambiarle la vida a más de 20 millones de trabajadores. Una reforma que no es perfecta y que podría ir mucho más allá, sí, pero que ha concitado el acuerdo de todos los agentes sociales mejorando sustancialmente el escenario previo y alumbrando de esperanza a muchas familias que hoy vivirán mejor que ayer.

En estos días que vienen seguiremos escuchando intervenciones arteras de quienes solo deberían limitarse a pedir disculpas. Muchos dirán que la política es ruidosa o que todos son iguales, pero es falso. No todos son iguales, pues unos compravenden voluntades y deslegitiman las instituciones, y otros trabajan por la España de las libertades y los derechos que solo las izquierdas hemos traído a nuestro país.

La legislatura no será fácil, pero los trabajadores seguiremos dando la batalla y la seguiremos ganando.

Pedro Iniesta Ruiz, columnista y analista político de La Mar de Onuba, es Profesor de Lengua y Literatura españolas en París, desde nos ofrece su particular visión de la sociedad y la política española e internacional.

Sea el primero en desahogarse, comentando

Deje una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.