La producción de frutos rojos en la campaña 2018/19 superó las 450.000 toneladas, un 4% más que la campaña anterior
El delegado del Gobierno de España en Andalucía, Lucrecio Fernández, ha presidido este martes en la Subdelegación del Gobierno de Huelva la reunión de la Comisión de Asistencia al Delegado del Gobierno, de la que forman parte los subdelegados en las ocho provincias. En el marco de este encuentro, Fernández ha hecho hincapié en la importancia de alcanzar un acuerdo con Reino Unido para, pese al Brexit, poder mantener las relaciones comerciales del sector de los frutos rojos.
Precisamente en el marco de la provincia de Huelva, donde por primera vez se ha reunido esta comisión, ha puesto de manifiesto la importancia que las relaciones con el Reino Unido tienen para el sector de los frutos rojos, un país que representa el 25 por ciento de las exportaciones totales en valor y el 15 por ciento en volumen, razón por la que Fernández ha trasladado un «mensaje de tranquilidad y confianza en que habrá un acuerdo bilateral entre la Unión Europea y Reino Unido para mantener las relaciones comerciales, como actualmente ocurre con otros países terceros como China, de forma que el mercado británico siga teniendo efecto en la economía onubense».
«Es fundamental que se llegue a un acuerdo con el Reino Unido para que las relaciones, tras el Brexit, no se vengan a abajo sino que se intensifiquen», ha dicho.
La campaña de los frutos rojos sitúa a España como quinto productor mundial, alcanzando 450.000 toneladas en 2018, un cuatro por ciento más que en la anterior. La fresa, frambuesa y arándano aportan un tres por ciento de la producción vegetal del país y una balanza comercial positiva que supera los 1.000 millones de euros.
Por otro lado, el delegado del Gobierno se ha referido a la importancia de la sostenibilidad ambiental y social del sector y ha hecho balance de las actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para alcanzar dicho objetivo, con la inutilización de 400 pozos ilegales en el entorno de Doñana en los últimos 18 meses, así como a la sustitución del uso de las aguas subterráneas por las superficiales para atender la demanda de estos cultivos. En este sentido, ha puesto de manifiesto «la recuperación y protección que va a suponer esta acción para el acuífero y para garantizar la sostenibilidad en la zona».
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