A mi casa no

por Javier Polo


Desgraciadamente estamos más que acostumbrados a ello, aunque a algunos no deja de sorprendernos. Se nos llena la boca con la palabra solidaridad, contribuimos a cuantas causas sociales se nos cruzan, nos inquietamos ante tantas imágenes como vemos a diario de tragedias y necesidades, pero cuando se arbitran soluciones a las mismas y estas nos tocan en la puerta de nuestra casa… Ah no, por ahí sí que no pasamos.

Resulta tranquilizador ver a quien impartió justicia referirse a personas como “ilegales” y tan preocupado en cuestiones geográficas y no sociales: los inmigrantes no proceden de ninguna costa, vienen de la miseria y del expolio infinito.
La Cruz Roja de Sevilla se ha visto obligada a “reformular” un proyecto de centro de alta rotación de inmigrantes (con estancia máxima de 72 horas) para aliviar a los centros de las costas de Cádiz en caso de llegadas masivas de inmigrantes, por el simple hecho de que no ha encontrado un espacio mejor para ubicarlo que un edificio de uso terciario -cerrado desde hace años y que necesita de pocas reformas- pero que está en plena ronda histórica de Sevilla.

Una vez más hemos visto movilizaciones vecinales, rasgaduras de vestiduras y presiones en todas direcciones para evitar el asentamiento de tan “peligrosa” actividad en un barrio de bien (que, dicho sea de paso, es el mío).

Entre las cabezas reconocibles de la movilización, el conocido por estos lares ex-juez Serrano, primero inhabilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y luego rehabilitado por el Tribunal Supremo, por modificar el régimen de visitas de un menor para que pudiera participar en una procesión de Semana Santa. Este señor ha publicado, tras conocer la decisión final de Cruz Roja, el siguiente tweet:

Objetivo conseguido pero no se puede bajar la guardia. Se mantiene concentración vecinal para el lunes 10. Una puntualización: los inmigrantes ilegales no proceden de las costas andaluzas sino de las de Marruecos”.

Resulta tranquilizador ver a quien impartió justicia referirse a personas como “ilegales” y tan preocupado en cuestiones geográficas y no sociales: los inmigrantes no proceden de ninguna costa, vienen de la miseria y del expolio infinito.

En fin, como digo es lo de siempre; estoy convencido de que buena parte de los movilizados por este fallido centro pagan anualmente su cuota de socio de la Cruz Roja o de otras ongs, además de las de varias cofradías; que son personas sensibles socialmente y que sienten el mismo pellizco en el estómago que yo cuando ven imágenes de pateras en ese Estrecho de Gibraltar, pero que no están dispuestos a dar un paso más; que tienen –también ellos- líneas rojas y que traerles inmigrantes a las puertas de casa es una de ellas.

Muy duro esto de la inmigración… ¿cómo dices que quedó el partido del domingo?


Javier Polo 

En Twitter: @JavPolo