“Ahora más que nunca necesitamos unidad y solidaridad”.
«El virus de la confrontación sí parece de un laboratorio, pero político», sostiene la campaña suscrita por más de 300 organizaciones sociales y personalidades de todos los ámbitos profesionales y académicos.
Ante el aumento del enfrentamiento político, el manifiesto sigue acumulando apoyos en la web https://www.unidadysolidaridad.es.
Tras más de 60 días desde la primera vez que se publicó el manifiesto, organizaciones de todo el país y ciudadanos siguen adhiriéndose al manifiesto que reclama unidad y solidaridad para salir de la crisis del COVID-19.
Promotores y firmantes del manifiesto se preguntan, ¿por qué en medio de una pandemia, España soporta un nivel de crispación política sin comparación con otro país de Europa? Desde el equipo promotor se apunta a la deriva reaccionaria de algunos sectores políticos, pero al mismo tiempo existe una honda preocupación en torno a que las verdaderas razones no se encuentren en el Congreso.
El Banco de España cifra en 100 mil millones los recortes que va a tener que sufrir España en la próxima década, y lo que es posible que se esté decidiendo es quién los va a pagar y, lo más importante, quién los va a gestionar.
“Es difícil que pase una jornada sin bronca política, división y enfrentamiento que tiene duras consecuencias en la población, aunque no se perciban de forma inmediata. Hay un proceso de desestabilización de las instituciones que puede tener nefastas consecuencias. El virus de la confrontación sí parece fabricado en un laboratorio, pero político”.
Desde el equipo promotor se asegura que “la misma unidad y solidaridad que necesitamos para vencer a la pandemia, la necesitamos para salir de la crisis, tener diferentes proyectos políticos no justifica poner en peligro el país”.
Al parecer, la respuesta de los firmantes es clara, “ahora más que nunca, unidad y solidaridad”. Ya son más de 300 organizaciones las que apoyan el manifiesto que exige unidad en torno al Gobierno, entre todos los territorios y sectores sociales, y para salir de la crisis.
Entre las 310 organizaciones firmantes se encuentran publicaciones como El Viejo Topo, sindicatos como el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC-IC), movimientos de la España Vaciada como los Colectivos de Acción Solidaria (CAS), religiosos como la Juventud Estudiante Católica (JEC), por la diversidad como el Colectivo LGTBIQ+ Sa clau de s’armari d’Eivissa i Formentera y la Asociación de Lucha contra la Violencia de Género (ALMA), plataformas estructurales del tejido social como la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, o en defensa de la Sanidad como la Asociación de Usuarios de Sanidad Región de Murcia, y las Plataformas en Defensa de la Sanidad Pública de León y Burgos.
Entre las firmas se encuentran organizaciones de todos los sectores, y la mayoría de ellas parte fundamental de la estructura social y política del país, además de las de profesionales reconocidos por su trayectoria, como Juan Mayorga, Miguel del Arco, Carlos Hipólito, Javier Fesser, Carlos Jiménez Villarejo, Ismael Serrano, Pedro Almodóvar, Antonio Muñoz Molina, Javier Cercas, Juan José Millás, Miguel Ríos, Elvira Lindo, Rosa Montero, Javier Mariscal, Julieta Serrano, Rodrigo Sorogoyen, Antonio Resines, José Sacristán, Lucía Etxebarría, y Juan Diego Botto.
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