Primarias PSOE-A, Espadas centra el debate y pide a Susana que explique el 1-O y el 2-D

Espadas no ha pintado casi nada en el partido en estos años, mientras Susana se ha hartado de dar capas de pintura. 

La única diferencia entre Bonilla y Espadas es que el alcalde de Sevilla no le ha pedido a nadie en su partido ser candidato a la Junta de Andalucía, se lo han pedido a él. Bueno, más exactamente le han invitado a decir que sí, que lo aceptase.

 

Martes, 11 de mayo de 2021. Los primeros compases de la precampaña para las primarias socialistas no invitan a confiar en que la ‘solución democrática’ estatutaria -gane quien gane el día 13 de junio- sirva finalmente para reforzar electoralmente al PSOE de Andalucía.

Mucho tendrían que cambiar las cosas para poder vislumbrar que de esta guerra -ya se oyen los primeros tiros- salga reforzada la marca PSOE y la unidad en su federación andaluza. Entre otras cosas porque los comportamientos de los bandos en litigio ni son ni parece que vayan a ser demasiado ejemplares. Tradicionalmente está contrastado que los electorados perdonan casi todo a sus líderes y partidos, incluida la corrupción o las cuestiones de bragueta, pero lo que nunca dejó de cobrarse el elector a la hora de votar fueron las divisiones internas, especialmente en aquellas donde las ambiciones personales o de clan se elevan como estandarte por encima de los intereses generales del partido. La historia más cercana tiene ejemplos tan duros como lo sucedido en la UCD, el PSA, el PCE y un largo etcétera de formaciones durante estas últimas décadas en España.

De momento y a la vista de lo que se está colgando en las redes, todo apunta a que los dos grandes contendientes están dispuestos a usar artillería pesada a través de sus ejércitos ‘armados’ con ratones. También se aprecia que el ejército de tuiteros susanistas llevan delantera, se notan mas ‘engrasados’ que los del espadismo, que para eso su lideresa lleva meses en la carretera. A Juan Espadas, por ejemplo, desde hace días le están empezando a interpelar por los problemas de Sevilla, ciudad de la que es alcalde, con la intención de dejar sembrada la duda sobre cómo va a resolver los problemas de Andalucía quien, un poner, no es capaz de prever el fin del Estado de Alarma en la Alameda de Sevilla, donde se cantó el Bella Ciao y se bebió alcohol en la calle, todos sin mascarillas y al grito de libertad. 

Cuando Susana era niña, Espadas ya estaba en la Junta

Críticas que van incluso más allá de lo estrictamente político como cuando se le recuerda al candidato de Ferraz que no puede hablar de renovación quién llegó a la Junta cuando Susana Díaz tenía 16 años, niña entonces de comunión semanal. Por mucho que Espadas explique que entró a trabajar para la Junta con 23 años, recién acabada su carrera de Derecho, con un contrato externo de servicios de auditoría, la idea es dejar evidenciado que Espadas de renovador y hombre nuevo en la escena política, nada de nada. Un argumento que ‘colará’ entre los cortos de memoria o los desinformados, ya que objetivamente no se pueden comparar las responsabilidades políticas que han tenido uno y otra en el socialismo andaluz en las ultimas décadas. Espadas no ha pintado casi nada, Susana se ha hinchado de dar capas de pintura. 

Espadas fue siempre un segundón muy valorado por la élite del PSOE-A, con un perfil mas de gestor y técnico que de político, dado a conocer al gran público cuando Manolo Chaves le nombró Consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio en abril de 2008.

Susana Díaz por edad llegó más tarde a la primera linea, cierto, pero no conviene olvidar que desde sus inicios estuvo sentada siempre en la sala de máquinas del partido en Sevilla, la agrupación más importante de toda la federación. Y no estuvo precisamente de recepcionista en la sede, no, se mantuvo años con responsabilidades orgánicas junto a sus sucesivos padrinos y protectores que fueron Pepe Caballos, José Antonio Viera, Alfredo Sánchez Monteseirín y Pepe Griñán. Ella sobrevivió políticamente a todos y la leyenda negra de esos años deja espacio abundante para literatura que narra traiciones, algunas con cuchillas incluidas, que alcanzaron también a sus más directos competidores en la alocada carrera por llegar pronto a San Telmo. El primero que cayó fue Rafael Velasco tras filtrarse los negocios de su mujer con fondos de Formación, y tiempo después, tras sufrir desaires y ninguneos diversos, se desmarcó Mario Jiménez, los tres denominados ‘griñaninis’ en la época.

Las primarias están formalmente convocadas y las primeras sensaciones que se obtienen apuntan a que llevará ventaja quien marque el centro del debate que verdaderamente pueda interesar a la militancia. Eso y dejar las minucias y miserias cutres al margen para que las explote el PP, claramente partidario de que gane Susana Díaz por muchas razones, pero sobre todo porque creen que la dirigente no le restaría más votos que Espadas a Juanma Moreno Bonilla. Que nadie dude que el PP, a través de Canal Sur, echará su cuarto a espadas, sin duda beneficiando los intereses y estrategias de Susana Díaz.

¿Qué pasó el 1 de octubre y el 2 de diciembre?

Juan Espadas ha intentado centrar el debate interno este fin de semana en Granada, escenario elegido para su presentación formal, arropado por  el sanchismo andaluz emergente y abundantes medios técnicos aportados por el federal. 

Y lo ha hecho mencionando dos fechas del calendario socialista del inmediato pasado o lo que es lo mismo, le ha nombrado ‘la bicha’ a su oponente: el 1 de Octubre de 2016 y 2 de diciembre de 2018. 

La primera fue cuando Susana le dijo a los suyos en Ferraz «a este lo quiero muerto hoy”. Fue el principio del fin de todo. Y la segunda fecha es la de las últimas elecciones autonómicas andaluzas cuando el PSOE, pese a ser el partido más votado, perdió el control del gobierno de la Junta por vez primera desde finales de los preautómicos años setenta. Dos hitos, dos acontecimientos vitales para el socialismo que, al menos en Andalucía, no se han explicado suficientemente por parte de la Sra. Díaz, como responsable y gran protagonista de ambas circunstancias. Como tampoco se ha valorado internamente qué ha aportado a las siglas del partido en Andalucía la desmedida ambición personal demostrada por Susana, abandonando durante medio año San Telmo para recorrer España por tierra, mar y aire diciéndole a Sánchez en su propia cara: “Tu problema no soy yo, Pedro. Tu problema eres tú. Y cuando la gente que te acompaña, que ha trabajado cerca tuya, resulta que no se fía de ti, deberías hacértelo ver.”

Bastaba con leer al líder en su «Manual de Resistencia»

Es más grave el asunto para quienes puedan creer que la ex presidenta ha pretendido tomarles el pelo al escenificar con cierta frivolidad en estos meses que nada había pasado en el último lustro, que todo iba de maravilla – entre ella y ‘Pedro’- y que las responsabilidades siempre son de otros, que ella cumplió con su parte ganando las elecciones el 2D/18. No era verdad tanta comunión con Pedro y cualquier socialista que se hubiese leído el libro de Sánchez Manual de Resistencia, sabría qué opinión tiene formada hace años Pedro Sánchez de Susana Díaz. He aquí solo un pequeño ejemplo a cuenta de la lealtad demostrada al partido por Chaves y Griñán, en contraste con la actitud de Susana contra él:

«En medio de tantos obstáculos hubo un gesto que agradecí muchísimo, el de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Cuando tuvieron que asumir responsabilidades políticas, lo hicieron. Fue suya la iniciativa, y no tuve que decirles nada. Simplemente me llamaron, me dijeron que renunciaban al acta y lo hicieron, como dos señores. No han vuelto a hacer declaraciones, han protegido al partido y han tratado de mantenerlo al margen, incluso sabiendo, como sabemos todos, que ellos no han obtenido ningún lucro personal en todo el tema de los ERE, pero son dos personas muy conscientes de su figura, de lo que representan en el socialismo andaluz, y cumplieron nuestro código ético escrupulosamente: cuando a alguien se le abre juicio oral debe dimitir. Lo hicieron y asumieron su responsabilidad sin ruido»

También elogia en el libro el comportamiento de González, defendiendo Felipe en público la autoridad legítima del SG del partido con estas palabras:

«Hubo numerosos desplantes, en público y en privado, destinados a mí, pero que hacían un daño enorme al partido. Hasta tal punto fue así que el propio Felipe González hubo de intervenir. Yo no se lo pedí, pero se lo agradecí mucho. Fue allá por abril de 2015, cuando salió diciendo: ‘Yo no voté a este secretario general en las primarias. Pero ganó y es mi secretario general’..

Susana Díaz ya ha dicho que para nada estas primarias son la segunda parte de aquella guerra que cambió al viejo PSOE con Sánchez triunfador, prometiendo dar la voz a las bases. Reconocerlo sería tanto como aumentar decibelios de la bronca interna y algo que no le interesa bajo ningún concepto, poner al presidente del Gobierno al nivel de candidato a primarias, charcos en los que Sánchez suele meterse fácilmente como hizo en Madrid, de campaña con Gabilondo. 

Conocedora del aparato y su poder ¿ha hecho bien las cuentas Susana?

A Díaz se le podrá criticar por muchísimas cosas que ha hecho y dicho en su ya dilatada vida política, pero nadie deja de reconocer que quién en un partido ha crecido en el aparato, conoce mejor que nadie el pálpito real de ese partido.

Eso es precisamente lo más desconcertante en este cruce de caminos en el que se encuentra el PSOE andaluz. Surgen incógnitas  tan lógicas como preguntarse si Díaz ha hecho bien las cuentas, contando lógicamente con los factores correctores del clientelismo, para aventurarse a ganar una confrontación tremendamente mediática cuyo resultado, sea el que sea, no será bueno para los intereses electorales del partido porque se intuye demasiado destrozo por el camino. Aquí tienen que saber todos que el componente espectáculo televisivo será algo con lo que tienen que contar. Una mujer de aparato, que conoce como nadie el partido por dentro, es difícil creer que se lance al ruedo sin defensas. Tan difícil como pensar que Ferraz, el poder del gran aparato, se ha metido en esta guerra a campo abierto y a cuerpo gentil para perder la batalla de las primarias del 13J.

De momento se han hecho notar los primeros síntomas del poder que atesora Sánchez hoy en el partido, merced entre otras cosas a lo que se aprobó en el último congreso socialista mientras Susana y los delegados andaluces se fueron a un pub para ahogar las penas y, de paso, volver a soñar con mantener la lucha desde el Califato del sur. 

Susana tan pronto firme su candidatura dejará de tener los poderes de la Secretaría General del PSOE-A, lo que implica no tener a su disposición el aparato y los listados de los 44.000 afiliados que dice tener el partido en la comunidad. Y algo más importante, por vez primera no será juez y parte en unas primarias, tal y como sucedió con el hoy ministro Luis Planas. Habrá que estar atentos a la autoridad transitoria en esta etapa del PSOE-A, quien mande durante el proceso, cuando se conozca su nombre se tendrán más pistas sobre dónde se inclinará la balanza durante su desarrollo.

Ferraz autoriza nuevas afiliaciones

Por otro lado en la Agrupación de Peñarroya Pueblo Nuevo y algunas más, han denunciado que Ferraz está autorizando nuevos afiliados en estos días. Hace unos meses hizo lo propio nombrando una gestora en Huelva. Ojo, parece que sin salirse de los dichosos estatutos aprobados cuando las copas. Si la dirección federal que apoya a Juan Espadas cree que el juego sucio (o poco democrático) les será rentable, puede que acierten para sus objetivos cortoplacistas, pero puestas como están las cosas lo que quizás esperen muchos militantes y votantes sea el impulso de un debate abierto, sincero, sin trampas, para que los votantes andaluces puedan conocer la deriva que pretende tomar el PSOE andaluz para los próximos años en función de las cuatro candidaturas que, de momento, han anunciado que se presentan. 

La que lidera el catedrático Luis Angel Hierro, rodeado de sanchistas de primera hora en Sevilla, no están nada de acuerdo con el dedazo de Sánchez en Andalucía señalando a Juan Espadas, similar al de Rajoy cuando atendiendo las peticiones del propio Moreno Bonilla le dijo aquello de “porque tú lo has querido Juanma, porque tú lo has querido” y lo mandó a presidir el PP-A, dejando agarrado a la brocha a José Luis Sanz, futuro aspirante a la alcaldía de Sevilla.

La única diferencia entre Bonilla y Espadas es que el alcalde de Sevilla no le ha pedido a nadie en su partido ser candidato a la Junta de Andalucía, se lo han pedido a él. Bueno, más exactamente le han invitado a decir que sí, que lo aceptase.

Pepe Fernández edito y director de Confidencial Andaluz
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