‘Unos presupuestos ideológicos claros’, por Rafael Simancas

por Rafael Simancas

 

Lunes, 10 de octubre de 2022. Uno de los descalificativos más chocantes que suele utilizar la derecha contra las iniciativas del Gobierno es el de “ideológico”. Al parecer, para los derechistas nada hay peor que una ley, una medida o un nombramiento que pueda tacharse como “ideológico”.

En realidad, el término “ideológico”, según la RAE, hace alusión tan solo al conjunto de ideas que caracterizan a una persona, un colectivo o una opción política determinada. La derecha, sin embargo, utiliza el vocablo en clave peyorativa.

Pero si la ideología alude simplemente a las ideas, ¿qué pretenden PP y Vox? ¿Qué las leyes se redacten sin ideas? ¿O lo que molesta precisamente son las ideas con las que se redactan las leyes que promueve este Gobierno? ¿Pretenden entonces que este Gobierno plantee leyes con las ideas de otros?

Con el término ideológico ocurre algo parecido a lo que pasa con “la política”. Cuando la derecha partidaria, mediática o empresarial busca descalificar alguna iniciativa progresista suele tacharla de “politizada” y, en consecuencia, reivindica “despolitizar” tal o cual decisión.

La política, sin embargo, es la actividad que organiza el espacio público que compartimos al vivir en sociedad. ¿Cómo se puede actuar sin “política” desde los gobiernos? Hay política democrática y no democrática, progresista y conservadora, eficaz e ineficaz, dialogante y sectaria… Y se elige cada día. Lo único inevitable desde el gobierno es hacer “política”.

En realidad, aquellos que descalifican la “política” y la “ideología” son, precisamente, quienes intentan camuflar su propia ideología y sus propias opciones políticas, bien porque contravienen el interés general o bien porque se avergonzarían de su expresión pública.

Por eso prefieren calificar, falsamente, sus ideas egoístas o reaccionarias como no políticas o no ideológicas.

El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado es la iniciativa legal más relevante y significativa de la ideología de un Gobierno, porque en este proyecto se plantean las opciones elegidas en relación a las fuentes de los ingresos del Estado y al destino del gasto público. A quiénes se les cobra impuestos y a qué se dedica lo recaudado.

Nada hay más ideológico que una ley de presupuestos, por tanto.

Y sí, el proyecto de PGE para el año 2023 de este Gobierno es un proyecto claramente ideológico, fundado en unas ideas claras respecto a sus objetivos, sus estrategias y sus partidas de ingresos y de gastos.

Los PGE para 2023 buscan el crecimiento económico, la generación de buenos empleos y la justicia social.

Estos presupuestos siguen la senda “ideológica” de los anteriores, en una estrategia contracíclica, haciendo que el Estado tire de la economía y el trabajo digno en un contexto de crisis internacional, consolidando el Estado de Bienestar, e impulsando la modernización del país, vía transición ecológica, vía transición digital, vía fomento de la ciencia, y vía ampliación de derechos, sobre todo en relación a la igualdad entre mujeres y hombres.

Y sí, ésta es toda una declaración de ideología y de posicionamiento político determinado. Si ese es el reproche, reproche aceptado.

Por eso el gasto social no se reduce, sino que crece en más de un 10%, hasta cifras récord. Y ese gasto se destina a dignificar las pensiones, a mejorar la sanidad pública, a consolidar la educación en igualdad de oportunidades, a facilitar el acceso a una vivienda digna, a financiar la atención a la dependencia, a potenciar la creación y el disfrute de la cultura…

Por eso la inversión pública no se contrae, sino que se expande, para mejorar las infraestructuras más eficientes y sostenibles, para mantener la gratuidad del transporte público más ecológico, para apoyar a nuestros científicos e investigadores, para avanzar en un sistema energético independiente, eficiente y compatible con la lucha contra el cambio climático…

Y por eso la política fiscal asociada a estos presupuestos aplica los principios de la suficiencia, la progresividad y la justicia, para que aporten más quienes más tienen, quienes más ganan y quienes más esconden… aunque escueza…

¿Ideología? Sí. Los socialistas presumimos de no salir de casa sin ella.

Rafael Simancas es Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales

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