‘Juanma Moreno, el Odoacro andaluz’, por Antonio Barreda

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en la Feria de Sevilla

Cuando el hérulo Odoacro depuso al último emperador de Roma, Rómulo Augústulo, en el 476 llegó la época oscura de Europa, la Edad Media en toda su crudeza. El cambio fue tan a peor que hasta la llegada el renacimiento no se volvió a recuperar el arte, la cultura o el comercio en el Mediterráneo. El gobierno de Juanma Moreno en Andalucía es como el de Odoacro, un cambio a peor en todos los aspectos de nuestra vida-

por Antonio Barreda

 

Viernes, 19 de abril de 2024. Como si de una maldición bíblica se tratara, Andalucía sufre un retraso histórico que nadie ha sabido o querido corregir. La Junta de Andalucía se ha ido convirtiendo en una administración atrapada en el subdesarrollo y en las incapacidades históricas. Desde aquella mal llamada reforma agraria de los 80 hasta la Andalucía de la segunda modernización, poco ha ido cambiando. Además, las dos Andalucía se han ido alejando cada vez más. La costa y el interior han abierto una enorme falla entre ellas que los gobiernos autonómicos han sido incapaces de corregir.

El cambio fue a peor

El cansancio de casi 40 años de gobierno socialista en la región, carcomido por los problemas judiciales y los ERE, acabó en diciembre de 2018 con un cambio de gobierno en la Junta de Andalucía. Comparable a la historia egipcia, fue un cambio de dinastía en el trono andaluz. Pero el mal llamado cambio se ha ido metamorfoseando en una estructura de poder que solo beneficia a pocos y que castiga a la mayoría de los andaluces. Sin creer que iban a llegar al poder, las tropas de Juanma Moreno desembarcaron en San Telmo sin plan, sin propuestas y sin equipo de gobierno. Amarrado además al pacto con Cs y con VOX.

Aquella legislatura fue de transición a la mayoría absoluta. Fue la muerte de Ciudadanos como proyecto de gobierno y las traiciones de sus responsables en Andalucía (a la cabeza del exrelojero Juan Marín) provocaron el hundimiento y la desaparición de este partido. Los andaluces no perdonaron las infidelidades de Juan Marín ni jamás entendieron una sola de las medidas de gobierno de un Cs que era fagocitado por Juanma Moreno a través de una prensa regional cebada de dinero público. Luego se demostró que Roma sí pagaba a los traidores y ha ido colocando a los cargos de Cs que destruyeron el partido, a dedo, en la Junta de Andalucía.

Una mayoría absoluta al servicio de los más ricos

La epidemia de covid dejó una parálisis política y administrativa sin precedentes en la historia contemporánea de Andalucía, pero sirvió para tapar las vergüenzas del gobierno regional, sus políticas y sus planes para Andalucía. La prensa sirvió en bandeja al consejero Aguirre convertirse en un portavoz del gobierno andaluz al que reían todas sus ocurrencias y chascarrillos. Pero la deriva de su gestión en salud lo dejó desnudo y lo catapultó a la presidencia del Parlamento andaluz.

Una vez que en 2022 llegó la mayoría absoluta a las entrañas de Andalucía, se empezó a ver el verdadero PP y al verdadero Moreno Bonilla. Lo primero que hizo fue beneficiar a los que más tienen en Andalucía con reformas fiscales y económicas, al que siempre se ha conocido con el señorito andaluz, aunque ahora más modernizado. Ese agujero en regalos fiscales a los más ricos ha dejado agujeros en los presupuestos de la Junta de varios miles de millones de euros.

Y todo eso ha repercutido en que Andalucía es la comunidad con más población en riesgo de pobreza o exclusión social, con un 37,5% de tasa Arope -que aúna ambos indicadores-, 11 puntos más del total nacional del 26,5% y por delante de otras regiones como Canarias (33,8%) y Extremadura (32,8%). En el lado contrario, País Vasco (15,5%) y Comunidad Foral de Navarra (17,2%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas. Con Moreno Bonilla los andaluces cabalgan a lomos de la pobreza.

La destrucción de la sanidad pública

La llegada de Juanma Moreno significó el comienzo del fin de la sanidad pública en Andalucía y el principio del desmantelamiento del estado del bienestar en Andalucía. El repetido mantra de que nunca se ha invertido más en sanidad es una falacia y una mentira repetida que ya nadie se cree. La realidad es que nunca antes se había invertido tanto dinero en la sanidad privada con la excusa de disminuir las listas de espera. La privada se ha convertido en parásita del presupuesto de la sanidad pública.

Ese desvío de dinero de la sanidad pública andaluza hacia la privada está desangrando al SAS como nunca antes se ha visto. Juanma nunca vino a fortalecer el sistema público sanitario, sino a demolerlo desde sus cimientos. La falta de inversión en la pública, en contratos, en infraestructuras y en equipamientos no ha hecho más que aumentar el sufrimiento de los andaluces hasta límites insospechados. Nunca antes se tardaba tanto en ser atendido en la Atención Primaria, en los especialistas o en las operaciones programadas.

Juanma Moreno ha decidido y priorizado desmantelar el sistema público sanitario, la famosa joya de la corona, para darle ingentes cantidades de dinero del presupuesto andaluz a la sanidad privada, derivando hacia ella todo lo que se pudiera derivar. Olvidando en su ecuación algo tan simple y demoledor que la sanidad privada es un negocio, una forma de ganar dinero a costa de la salud de los andaluces. Y esto se está convirtiendo en una metástasis del propio sistema sanitario público andaluz que, por falta de recursos, aumenta exponencialmente los tiempos de espera.

Urge un cambio de gobierno en Andalucía

A estas alturas, el fracaso sanitario de Moreno Bonilla, que en la campaña a la presidencia de la Junta de Andalucía de 2018 prometió, en el debate de candidatos en Canal Sur, que iba a acabar con las listas de espera se ha convertido en una quimera más de este gobierno, tal vez la peor y la más dramática. Prometió 60 días para una intervención quirúrgica, 15 días para consultas externas, 10 días para pruebas diagnósticas y demora cero en procesos diagnósticos. Los hechos que se han demostrado que era la mayor mentira que se ha contado a los andaluces en toda su historia.

El modelo sanitario de favorecer en exclusiva a la sanidad privada en detrimento de la pública ha disparado todos los datos de las listas de espera. Moreno Bonilla ha ido derivando ingentes cantidades en conciertos sanitarios, pasando de los 540,27 millones de 2022 hasta llegar a los 937,19 millones en 2024, según consta en la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos. En tan solo dos años, ha casi duplicado el dinero de los conciertos sanitarios.

Los últimos datos de las listas de espera -anticipadas por el Ministerio de Sanidad- de Moreno Bonilla son aterradores. Las listas de espera para una intervención quirúrgica en Andalucía subieron un 19,2% hasta alcanzar los 205.005 andaluces a 31 de diciembre de 2023, de los que un 38% lleva más de seis meses pendientes de ser intervenidos. El tiempo medio de espera para una intervención quirúrgica se situó en los 174 días, 40 más que hace un año. En el caso de las consultas con especialistas, la comunidad andaluza contabilizó 873.266 personas a 31 de diciembre de 2023.

Los datos indican que ya hay más de 1 millón de andaluces en listas de espera sobre una población de poco más de 8 millones en Andalucía. Lo que este dato está indicando es que alguien de tu familia está en estos momentos en lista de espera en Andalucía. Y esto es aterrador porque muchas enfermedades puede que no se diagnostiquen a tiempo y estos pacientes mueran antes de ser tratados. Y en otros casos, por no diagnosticar a tiempo las enfermedades, elevan el sufrimiento y padecimiento de la misma hasta incluso convertirlas en crónicas.

Por todo ello, por tu salud, por tu economía, por el estado del bienestar construido en Andalucía, urge, y rápido, un cambio de gobierno. Antes de que sea tarde. ¡Andaluces, levantaos!

@abarreda1965

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