Carta abierta de Ecologistas a Juan Moreno Bonilla: «Ponga en marcha de manera urgente actuaciones para evitar, minimizar o prevenir que Doñana sea calcinada por los incendios forestales»

Bomberos forestales luchando contra el fuego en Bonares y Almonte

«Queremos que Doñana sea el paradigma de lo que somos capaces de hacer juntos y que quienes celebren el 75 Aniversario de Doñana en 2044 puedan recordar cómo protegimos este espacio natural único y cómo logramos eliminar sus amenazas, para legárselo a las próximas generaciones mejor de lo que lo encontramos»

Sr. Presidente, Estimado Juan Manuel:

Nos dirigimos a usted para solicitar que el Gobierno andaluz ponga en marcha los mecanismos necesarios para acometer de manera urgente y prioritaria una serie de actuaciones encaminadas a evitar, minimizar o prevenir que Doñana sea calcinada por los conatos e incendios forestales.

Bomberos forestales luchando contra el fuego en Bonares y Almonte.
Como sabe, durante el mes de julio se han producido 5 siniestros de diferente magnitud que han puesto y ponen en riesgo permanente la integridad y los excepcionales valores universales de Doñana, que es un prodigio de la naturaleza.

«Le sabemos comprometido en redoblar los esfuerzos para la conservación de nuestro espacio natural protegido más internacional y a la vez el más vulnerable, por lo que le exponemos las actuaciones que consideramos primordiales para llevar a cabo a corto plazo en relación a la amenaza de los incendios forestales»

Le sabemos comprometido en redoblar los esfuerzos para la conservación de nuestro espacio natural protegido más internacional y a la vez el más vulnerable, por lo que le exponemos seguidamente las actuaciones que consideramos primordiales, para llevar a cabo a corto plazo, en relación a la amenaza de los incendios forestales:

Primero.

Hay que realizar labores de mantenimiento y conservación de cortafuegos.

Al igual que en el resto de los montes públicos de la provincia de Huelva, este año no se ha realizado ningún trabajo sobre la vegetación de las líneas cortafuegos, áreas cortafuegos y fajas auxiliares de Doñana, salvo las incluidas en el Plan Romero.

Las labores en estas zonas persiguen, no solo la reducción del combustible en disposición de arder y disminuir su combustibilidad por eliminación de continuidades de la vegetación tanto horizontales como verticales, sino facilitar el desplazamiento terrestre de los vehículos y medios humanos en caso de siniestro, sirviendo como valiosas infraestructuras de apoyo a la extinción. Recordar que, junto con seguridad de la posible población que pudiera verse afectada, la seguridad del personal es la prioridad en la extinción.

Proponemos que se impulse una gestión holística en Doñana, incluyendo que, a medio plazo, se acometa la recuperación del Dominio Público Hidráulico de los cauces vertientes a Doñana y su reconstrucción hidrológico forestal con especies autóctonas, eliminando las especies exóticas, como eucalipto, acacias y cañas

Palés y plásticos amontonados arden en el último incendio que arrasó unas 2.000 hectáreas
Además de que sería necesario reestructurar la red de cortafuegos en función de los requerimientos ambientales, paisajísticos y de funcionalidad, para lograr una mayor eficiencia, su mantenimiento y conservación es una obligación establecida en el Plan de Emergencia por Incendios Forestales de Andalucía, el Reglamento de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales y la Ley andaluza de Prevención y Lucha Contra los Incendios Forestales.

Camino asfaltado con pasto seco en las márgenes

Segundo.

Hay que limpiar las infraestructuras viarias, especialmente carreteras y caminos.

Las márgenes de carreteras y caminos se encuentran doblemente sucias: por un lado, el pasto y, por otro, la basura.
Es importante, cuando se habla de la limpieza de los montes, enfatizar en que las márgenes de las carreteras, caminos y accesos constituyen una zona sensible y vulnerable que debe estar en perfectas condiciones y sin combustible ni elementos inflamables. Los trabajos de este tipo para evitar incendios, en este caso, por negligencia o irresponsabilidad de las personas, como es tirar colillas encendidas por las ventanillas de los vehículos, se deben llevar a cabo prescindiendo por completo de los herbicidas, mediante medios humanos y mecánicos.

Recordar que en este mes de julio ha habido en Doñana al menos dos conatos con estas características, uno en la mediana de la A49 y otro en la A-484 (Bollullos-Almonte-Matalacañas).
 Es necesario dar cumplimiento a todas las actuaciones que deben recoger los Planes Locales de Emergencias por Incendios Forestales de los municipios del ámbito de Doñana, conforme a lo establecido en el Plan de Emergencia por Incendios Forestales de Andalucía, el Reglamento de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales y la Ley andaluza de Prevención y Lucha Contra los Incendios Forestales.

Tercero.

Hay que retirar o eliminar los restos de trabajos forestales y agrícolas.

Por toda el área de Doñana se pueden encontrar muestras del abandono de los restos de podas, cortas, etc en ingentes cantidades.
En las zonas forestales de Doñana hay por doquier ramas y troncos apilados o simplemente amontonados que no han sido retirados, como se observa en las fotografías de este año.

Restos de podas forestales abandonados 
Los restos de trabajos tanto selvícolas como agrícolas, tanto en terrenos públicos como privados, abandonados hace incluso más de dos años constituyen un elemento que puede alimentar y consolidar situaciones de incendios forestales.

La Administración Pública no solo debe controlar el cumplimiento de la normativa vigente, sino, además, ser ejemplarizante en medidas preventivas en materia de incendios forestales, y estar en la vanguardia en la defensa de nuestro Patrimonio medioambiental.

Cuarto.

Hay que reforzar la vigilancia y aumentar el control para que Doñana no sea un basurero.

La interfaz agrícola-forestal constituye actualmente un vertedero de todo tipo de residuos: plásticos agrícolas, amianto, electrodomésticos y basuras en general.
Además de la ya citada situación de basuras en las márgenes de los viales del espacio natural, el territorio que combina el uso agrícola y productivo con el entorno de vegetación forestal de Doñana está repleto de basuras de diferente índole, como se observa en las siguientes fotografías de este año, convirtiendo la zona de interfaz en una bomba de relojería incendiaria.

Doñana, nuestro formidable tesoro, tiene una cara invisible y dolorosa: varios cientos de personas viven en asentamientos de cartón y plásticos en el interior de las zonas forestales y cerca de zonas agrícolas (el pinar de interfaz), en situación de extrema pobreza y vulnerabilidad

Plasticos agricolas abandonados en finca y en pinar cercano
Se trata de residuos, por lo general contaminantes y muy inflamables, que emiten gases y diseminan sustancias nocivas para la vida en los suelos y aguas de los arroyos que tributan al Espacio Natural Doñana y la marisma. La preservación y mejora de la calidad de las aguas de estos arroyos debe ser un asunto prevalente en la protección de los ecosistemas este espacio natural único. En este sentido, a día de hoy, los arroyos más afectados son Moriana, Don Gil y La Cañada, como se puede ver en las fotos de este año.

Quinto.

Hay que garantizar la vivienda y la seguridad de todas las personas que puedan verse afectadas por un incendio en Doñana. Es urgente el realojamiento y dotación de viviendas dignas, o la construcción de albergues para las personas en los municipios afectados, independientemente de que posean documentación legalizada o no.

En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, que son el único camino viable y sensato para el futuro de nuestra sociedad, no tiene lugar la cuestión de “tener los papeles o no” a la hora de proteger la vida de las personas.

Doñana, nuestro formidable tesoro, tiene una cara invisible y dolorosa: varios cientos de personas viven en asentamientos de cartón y plásticos en el interior de las zonas forestales y cerca de zonas agrícolas (el pinar de interfaz), en situación de extrema pobreza y vulnerabilidad. 

El arroyo Don Gil estaba poblado de eucalipto y cañas
El incendio del 13 de julio pasado llegó a menos de 100 metros de uno de estos asentamientos ubicado en las inmediaciones del arroyo Don Gil, en el término municipal de Lucena del Puerto. En años pasados no tuvieron esa suerte algunos otros asentamientos que ardieron con las pocas pertenencias de las personas allí alojadas, llegando incluso a tener que lamentar la muerte de personas, en total tres en el último año. Es muy urgente actuar para evitar que estas personas estén sometidas permanentemente a la posibilidad de ser calcinadas en alguno de los numerosos incendios que azotan la comarca.

Estos hechos demuestran que no solo estamos ante una crisis ambiental sino ante una grave crisis social y humanitaria, marcada por una flagrante vulneración de los derechos fundamentales de las personas.

Rogamos que tenga en consideración estas propuestas y que el Órgano Superior competente, con premura:

En primer lugar, consulte y pida que se pronuncie al respecto de nuestras propuestas al Consejo de Participación del Espacio Natural Doñana;

En segundo lugar, se actúe con prontitud para llevar a cabo las actuaciones preventivas propuestas en la comarca de Doñana, para proteger a las personas, los bienes y la integridad del Espacio Natural Doñana.
Tenemos la certeza de que nos encontramos ante una oportunidad extraordinaria para reconstruir los ecosistemas rotos en Doñana por los incendios forestales, emulando a la naturaleza.

Por ello, proponemos, además, que se impulse una gestión holística en Doñana, incluyendo que, a medio plazo, se acometa la recuperación del Dominio Público Hidráulico de los cauces vertientes a Doñana y su reconstrucción hidrológico forestal con especies autóctonas, eliminando las especies exóticas, como eucalipto, acacias y cañas.

Cultivo de eucalipto calcinado en el último incendio en Doñana
Del mismo modo, ese nuevo manejo holístico deberá, a medio plazo, iniciar la reconstrucción de aquellos ecosistemas afectados por el fuego, que estaban ocupados por especies muy pirófitas como las citadas, sustituyéndolas por especies autóctonas, que actúan con mayor resiliencia ante a los incendios y consumen menos cantidad de agua del suelo, aportando al mismo materia vegetal de calidad.

En este sentido, han sido un paradigma de asesoramiento científico y técnico con una apuesta sin parangón por los ecosistemas propios, los trabajos realizados tras el incendio de las Peñuelas que quemó 10.40 hectáreas en Doñana en 2017.

Queremos que Doñana sea el paradigma de lo que somos capaces de hacer juntos y que quienes celebren el 75 Aniversario de Doñana en 2044 puedan recordar cómo protegimos este espacio natural único y cómo logramos eliminar sus amenazas, para legárselo a las próximas generaciones mejor de lo que lo encontramos.

Sin otro particular, con la certeza de que tendrá a bien tomar en consideración nuestras propuestas, reciba un saludo.

En Huelva, a 3 de agosto de 2022

Doñana en peligro: Álbum de fotos

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