Martes, 16 de abril de 2024. “La Universidad ante el genocidio” es el título de la charla que ofreció por videoconferencia el miércoles 10 de abril Francesca Albanese, Relatora Especial de las Naciones Unidas para los territorios ocupados de Palestina, y que pudo escucharse en la Onubense, así como en otros 52 campus de 42 universidades españolas. La programación de este acto, impulsada por la Red Universitaria por Palestina (RUxP), trae causa de la reciente publicación del informe preliminar “Anatomía de un Genocidio” (cuya lectura puede realizarse en el siguiente enlace A/HRC/55/73 (ohchr.org), elevado el pasado 25 de marzo al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para ser discutido en su quincuagésima sesión, en el que, tras un exhaustivo análisis de la información disponible sobre las acciones militares que se vienen desplegando en Gaza, la relatora concluye que existen “motivos razonables para creer que se ha alcanzado el umbral que indica la comisión de genocidio por Israel”, tal y como resulta definido este delito en la Convención para la Prevención y Sanción del delito de genocidio de 1948 y la jurisprudencia de los tribunales internacionales.
Albanese, jurista especializada en Derecho internacional de las migraciones y desplazamientos forzosos y autora de la monografía Palestinian Refugees in International Law (2020, Oxford University Press), detalló en su conferencia la devastación que la acción militar israelí ha provocado en Gaza en apenas seis meses, una de las zonas más densamente pobladas del planeta, causando hasta la fecha más de 30.000 muertes, de las que un 70% corresponde a mujeres y niños, con cifras de 250 víctimas diarias durante las primeras semanas de la operación. La destrucción de infraestructuras civiles básicas para la prestación de servicios elementales, unida a la imposibilidad de desplegar una efectiva asistencia humanitaria, está conduciendo a la población a vivir en “abrumadoras condiciones insalubres”. Según la Relatora, los soldados han sido animados sistemáticamente por altos funcionarios israelíes a que aniquilen al pueblo palestino, lo que considera “una prueba convincente de la incitación explícita y pública a cometer genocidio”. Asimismo, denunció el uso distorsionado que las autoridades israelíes vienen realizando del Derecho internacional humanitario para legitimar la extensión de la violencia desplegada, al hablar de “daños colaterales, escudos humanos o cómplices del terrorismo” que se proyectan sobre la población gazatí en su conjunto.
Ya la Corte Internacional de Justicia dictaminó en enero, en el marco del proceso iniciado por Sudáfrica, la plausibilidad de que se estuviese cometiendo genocidio y como medida cautelar ordenó a Israel que tomara las medidas necesarias para prevenir actos de genocidio en la franja de Gaza, orden que no ha sido atendida.
Albanese fue especialmente crítica con el hecho de que la mayoría de los Estados no estén cumpliendo con su deber de prevenir y castigar el genocidio, una norma imperativa de Derecho internacional que vincula a todos los sujetos de la comunidad internacional, y continúen exportando armamento a Israel o cooperando en la investigación de tecnologías empleadas en las acciones militares de Gaza (tales como la identificación de objetivos por inteligencia artificial o el uso de drones). En un plano de acción estrictamente universitario, siguiendo el ejemplo de la Universidad irlandesa de Galway, la Relatora instó a los miembros de las comunidades universitarias españolas a luchar por conseguir “una universidad sin apartheid”, para lo que solicitó la inclusión en los respectivos estatutos de disposiciones que impidan la colaboración con entidades públicas o privadas que practiquen el apartheid en relación con cualquier comunidad humana, demostrando así, el compromiso social con la libertad y justicia como valores universales.
FUENTE: Universidad de Huelva
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