Por qué el Barça no está arruinado

Aficionados en la grada del Camp Nou. Shutterstock / Alfonso de Tomas
por Joan Massons Rabassa

 

Viernes, 22 de octubre de 2021. Una cosa es poder demostrar con cifras en la mano la debilidad no solo económica sino también financiera del Barça y otra muy distinta hablar de ruina como han venido haciendo diversos medios de comunicación. La debilidad es constatable con indicadores en la mano. Lo segundo no es cierto.

A partir de los balances y las cuentas de pérdidas y ganancias, debidamente consolidados y auditados, hemos elaborado una serie de razonamientos para intentar explicar el estado de la cuestión financiera y económica del FC Barcelona.

De esos polvos, estos lodos

La situación que traslucen las cuentas del Barça a 30 de junio de 2021 están influidas, en parte, por el azote de la covid-19. Pero también lo están, y en mayor medida, por las debilidades que ya se pusieron de manifiesto en años anteriores.

Los clubes europeos sin dueños con nombre y apellidos, como sí tienen muchos clubes ingleses comprados en los últimos años por grandes fortunas de Oriente Próximo y Rusia, han de dotar la partida contable de fondos propios con los ingresos obtenidos de su actividad.

En el Barça no hay propietarios o socios que deban ser retribuidos con dividendos. Las ganancias obtenidas han ido aumentando el patrimonio neto de la entidad y, recíprocamente, los años de pérdidas han mermado ese mismo patrimonio neto. En el fondo, al socio del Barça se le retribuye cada vez que el balón entra en la portería del rival.

La debilidad económica provoca debilidad financiera

Las escasas ganancias generadas por el club en años pasados han sido insuficientes para autofinanciar las inversiones propias de su desarrollo (fichajes, infraestructuras…). Eso le llevó a recurrir al endeudamiento en cifras netas más elevadas que las que ha necesitado, por ejemplo, el Real Madrid, pese a que en los últimos años el Barça aventajó al Madrid en ingresos (pero no en beneficios).

A 30 de junio de 2021 los ingresos consolidados del Barça disminuyeron mucho respecto a otros años: 590,18 millones de euros y como resultado neto unas pérdidas de 481,32 millones de euros.

No obstante, basta ver las pérdidas de hace un año, al cierre de junio de 2020 (en parte por el impacto de la covid-19) y los pobres resultados de años anteriores, para entender que la débil economía del Barça no es una particular explosión en junio de 2021, sino una tendencia en que la administración del gasto de un club con tamaños ingresos no ha sido del todo feliz.

Hasta aquí hemos visto algunos datos fundamentales de tipo económico. Veamos ahora otros de tipo financiero.

Un dato financiero relevante

La ratio de endeudamiento se puede calcular de diversas formas. Una forma muy gráfica de entender el riesgo financiero del endeudamiento es preguntarse cuántas veces representa la deuda la cifra de patrimonio neto (fondos propios). Es decir:

Ratio de endeudamiento = Deuda total / Patrimonio neto

Hay que tener en cuenta que:

    • Los analistas de riesgos de la banca consideran el valor 1 como moderado, es decir, bajo riesgo financiero.
    • El valor 2 se considera un valor medio y es una ratio de endeudamiento recurrente en muchas empresas.
    • Cuando la deuda triplica el valor del patrimonio neto se considera que hay un alto nivel de endeudamiento y, entonces, los analistas bancarios buscan otros valores que contrarresten el riesgo financiero de la entidad analizada. De no hallarse esos valores, la banca considera que esa empresa ha saturado su capacidad crediticia.

Puede observarse cómo el Real Madrid se mantiene en cotas moderadas e incluso decrecientes (excepto en 2020, año en que la covid-19 ha afectado a sus resultados). No tiene sentido calcular la ratio de endeudamiento del Barça para 2021 porque, como se verá más adelante, su patrimonio neto es negativo.

¿Qué se ve en el balance del Barça cerrado el 30 de junio de 2021?

Los indicadores del Barça revientan los patrones que impone la sana teoría. Pero no se juzga igual en el terreno financiero a una empresa con ánimo de lucro que a una entidad tan especial como es el Barça, por eso la palabra ruina no encaja.

Detrás del Barça hay muchos intereses, sentimientos y actitudes que no se reflejan en los indicadores económicos y financieros. El Barça es más que un club y hay complejos vectores de impulso que no pueden describirse en un artículo, pero que alejan las ratios del Barça de la palabra ruina.

De los datos proporcionados por el balance, veamos la evolución del patrimonio neto o fondos propios del club en los años más recientes:

Hasta el 30 de junio de 2019 el patrimonio neto fue creciendo, pero no de forma vigorosa, para luego caer bruscamente a causa de las pérdidas de 2020. El ya débil patrimonio neto de ese año (35 millones de euros) ha pasado a ser negativo debido a las elevadas pérdidas de 2021: 481,32 millones de euros. Así, el balance cerrado a 30 de junio de 2021 muestra un patrimonio neto de -450,73 millones de euros.

En estrictos términos contables aquella situación en la que el patrimonio neto es negativo se define como quiebra, pero no implica ruina en una entidad tan emblemática como es el Barça. Es obvio que la situación de patrimonio neto negativo obligará al club a cumplir determinadas regulaciones legales (tema que sería objeto de otro artículo).

Estas cuentas restan cintura y obligan a que la Junta Directiva arrime el hombro, o sude la camiseta… es decir, que ponga de su parte en la recuperación del patrimonio neto, pero son muchos los intereses materiales, y sobre todo inmateriales, vinculados al Barça que dejan la palabra ruina fuera de lugar.

Dispensas de cumplimientos

Reproduzco literalmente los términos empleados por los autores del informe de auditoría sobre los estados financieros cerrados a 30 de junio de 2021 (p. 237 de la Memoria 2020/21) del club:

“La existencia de un patrimonio neto negativo a 30 de junio de 2021 no supone ningún incumplimiento legal que impida al Club seguir operando con normalidad. Asimismo, el incumplimiento a 30 de junio de 2021 de determinados ratios establecidos en el Reglamento de Control Económico de los Clubes y Sociedades Anónimas Deportivas afiliadas a la Liga Nacional de Fútbol Profesional, no impide la participación del primer equipo de fútbol en las competiciones nacionales e internacionales.”

“A pesar de que a 30 de junio de 2021 el Grupo incumple los ratios financieros establecidos en las emisiones de deuda «Senior Notes” y en determinados préstamos recibidos de entidades financieras, se han obtenido las correspondientes dispensas de su cumplimiento.“

«El Grupo presenta una proyección de tesorería por los próximos 12 meses que refleja su capacidad de poder atender sus compromisos de pago. En esta proyección de tesorería se han considerado los impactos previsibles derivados de la covid-19 (…).”

El patrimonio neto negativo, hablando de solvencia empresarial, define una situación finalista en virtud de la cual, si esa empresa cerrase sus puertas, los acreedores no podrían recuperar la totalidad de su deuda porque la deuda es mayor que el activo. No es el caso del Barça, que evidentemente no cierra sus puertas, sino que tiene plena intención de continuidad.

Para asegurar esa continuidad la Junta Directiva tiene un intenso y difícil trabajo por delante pero, como ya he dicho, se moverán vectores de impulso positivo sumándose los sentimientos por encima de la materialidad de los números.

Joan Massons Rabassa es Profesor de Análisis, Planificación y Estrategia Financiera. Asesor en Finanzas y Estrategia Empresarial, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya.

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