Canal Sur, una lucha por la identidad

El secretario general del Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA), Francisco Terrón, escribe en esta Tribuna para La Mar de Onuba y EL OBSERVADOR sobre el actual conflicto en Canal Sur y la huelga de ayer y hoy, 22 y 23 de diciembre. 
«Por primera vez en las tres décadas de existencia de la Radio Televisión de Andalucía, las movilizaciones de su plantilla no son para reivindicar mejoras salariales, sociales o derechos laborales, sino que tienen que ver con la identidad andaluza, con su propia supervivencia y con el modelo de gestión».
por Francisco Terrón (SPA)

La Radio Televisión de Andalucía, Canal Sur, creada en 1989, fue la cuarta autonómica en ponerse en marcha en España, después de que lo hicieran la vasca (en 1982), la catalana y la gallega. Junto con la valenciana (desaparecida y refundada), constituyeron un modelo de radio televisión copiado de RTVE, y que respondía a la necesidad de reforzar las señas identitarias de estas comunidades autónomas. Pudo haber nacido antes, pues tenía muy reciente el acceso a la autonomía con el máximo competencial obtenido después de años de debate y lucha en la calle (un millón de andaluces reivindicaron su autonomía el 4 de diciembre de 1977) y algunos muertos (Manuel José García Caparrós, Javier Verdejo).

El hecho determinante en este momento no ha sido la llegada al Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos, sino la irrupción de Vox, que atenaza al ejecutivo andaluz. La suya es una lucha identitaria, que niega la existencia de Andalucía como sujeto político. Por eso no se ha cansado de llamar chiringuitos o pesebres a cualquier cosa que tenga que ver con la existencia de Andalucía como pueblo con entidad jurídica, mientras pide aumento presupuestario para los toros y la caza

Tras las dudas iniciales, el gobierno de José Rodríguez de la Borbolla encontró en la radio televisión pública un instrumento esencial para la vertebración de Andalucía, un territorio casi tan grande como Portugal en extensión y población, mal comunicado y con pésimas infraestructuras. También un medio en el que reflejar la cultura y la identidad andaluzas. El PSOE estaba en pleno proceso de asimilación del ideario andalucista, que acabaría fagocitando y haciendo desaparecer al andalucismo político.

Durante tres décadas, Canal Sur (al margen de injerencias políticas, más o menos groseras según las épocas), ha sido el medio de comunicación capaz de ir a la aldea más perdida para contar que les faltaba una carretera o que no tienen escuela, promover la cultura y la música andaluzas, visibilizar sectores sociales marginados o poner en valor sectores económicos específicos a través de su programación. Cada día desde hace tres décadas, medio centenar de equipos de TV y radio recorren su vasto territorio para alimentar con el día a día de la realidad andaluza los informativos y programas. Ello ha permitido la creación de un formidable archivo audiovisual, que es la historia viva de Andalucía. Canal Sur es también el motor de la industria audiovisual andaluza, que es la más relevante de España junto a las de Cataluña y Madrid. Factura 450 millones de euros y mantiene 38.000 empleos, según datos de la consejería de Empleo.

Durante tres décadas, Canal Sur ha sido el medio de comunicación capaz de ir a la aldea más perdida para contar que les faltaba una carretera o que no tienen escuela, promover la cultura y la música andaluzas, visibilizar sectores sociales marginados o poner en valor sectores económicos específicos a través de su programación.

¿Qué ha pasado ahora después de tres décadas? Movilizaciones ha habido muchas en Canal Sur pero ahora nos encontramos en un momento crucial. Este no es el modelo de TV del Partido Popular, sólo basta asomarse un poco a la historia de Radio Televisión Madrid y Radio Televisión Valenciana. Pero el PP, aunque tenga un modelo distinto, no es contrario tampoco a las radiotelevisiones autonómicas. Y el gobierno de Moreno Bonilla se parece más al de Núñez Feijóo que al de Esperanza Aguirre. ¿Por qué no aprovechar pues sus ventajas y beneficios? Todos los partidos políticos con representación parlamentaria -y el Gobierno mucho más- tienen su cuota en la programación como si estuviéramos en permanente campaña electoral, algo que choca de lleno con los criterios periodísticos, y que ya hemos denunciado reiteradamente los sindicatos y el consejo profesional.

El hecho determinante en este momento no ha sido la llegada al Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos, sino la irrupción de Vox, que atenaza al ejecutivo andaluz. La suya es una lucha identitaria, que niega la existencia de Andalucía como sujeto político. Por eso no se ha cansado de llamar chiringuitos o pesebres a cualquier cosa que tenga que ver con la existencia de Andalucía como pueblo con entidad jurídica, mientras pide aumento presupuestario para los toros y la caza, o incluso la enseñanza de esta última en las escuelas. Por esta razón está exigiendo el desmantelamiento del Centro de Estudios Andaluces, la desaparición ya en curso de la Fundación Audiovisual de Andalucía y la muerte por inanición de Canal Sur. Eso es lo que ha provocado la rebelión en la Radio Televisión de Andalucía, la joya de la corona del proyecto político andaluz.

El PP de Madrid impuso a Álvaro Zancajo como director de informativos, sustituyendo a Javier Domínguez, un periodista veterano de la casa que gozaba de prestigio profesional y del aprecio de la redacción. En la etapa Zancajo la cadena ha alcanzado los niveles más bajos de audiencia de su historia y niveles de manipulación informativa como nunca antes se habían visto

La exigencia de Vox, reflejada en el proyecto de presupuesto del Gobierno andaluz para 2021 (que crece un 3,7%) contempla para Canal Sur una rebaja de 14 millones de euros (un 10% menos) y la no reposición de las bajas y jubilaciones. Esto ha encendido todas las alarmas. La RTVA viene sufriendo un continuo recorte en su presupuesto, que se ha reducido en 90 millones de euros, (un 35,7%) desde 2008. Y en los últimos cinco años ha reducido su plantilla en 250 trabajadores, lo que en la práctica supone un ERE silencioso encubierto.

Esta nueva vuelta de tuerca pone en serio riesgo la viabilidad de Canal Sur, que necesita de manera perentoria una renovación tecnológica y que tiene una plantilla veterana y exhausta, con una media de edad de 55 años y que en los últimos cinco años ha perdido el 12% de su plantilla. Según datos de la propia empresa, en el plazo de cinco años se jubilarán 200 trabajadores, y en ocho otros 500. Sin tasa de reposición, como ha impuesto Vox, el futuro es más que negro y lleva al camino de la extinción o la irrelevancia.

Esto ha venido a sumarse a la llamada «operación Zancajo», por la que el PP de Madrid impuso a Álvaro Zancajo como director de informativos, sustituyendo a Javier Domínguez, un periodista veterano de la casa nombrado seis meses antes por la nueva dirección, que gozaba de prestigio profesional y del aprecio de la redacción. En la etapa Zancajo la cadena ha alcanzado los niveles más bajos de audiencia de su historia y niveles de manipulación informativa como nunca antes se habían visto, lo que ha motivado numerosas quejas del consejo profesional y de los sindicatos. Manipulación de la que en absoluto son responsables la gran mayoría de los periodistas, que a diario tratan de hacer su trabajo con dignidad y profesionalidad. 

Huelga los días 22 y 23 de diciembre

Las movilizaciones y la huelga de los días 22 y 23 de diciembre, coinciden con el debate final de los presupuestos andaluces en el Parlamento. Movilizaciones que han tenido eco en la sociedad andaluza, con la constitución de la Plataforma en Defensa de la RTVA, que lleva recogidas más de 5.000 firmas y a la que se han adherido ya más de un centenar de organizaciones sindicales, políticas y sociales.

La RTVA viene sufriendo un continuo recorte en su presupuesto. En los últimos cinco años ha reducido su plantilla en 250 trabajadores, lo que en la práctica supone un ERE silencioso encubierto

Por primera vez en las tres décadas de existencia de la Radio Televisión de Andalucía, las movilizaciones de su plantilla no son para reivindicar mejoras salariales, sociales o derechos laborales, sino que tienen que ver con la identidad andaluza, con su propia supervivencia y con el modelo de gestión. Por primera vez figuran a la cabeza de las reivindicaciones el derecho a la información, el buen periodismo y una comunicación al servicio de la ciudadanía andaluza. Por primera vez se reivindica el papel de Canal Sur como vertebrador, como actor cultural y de transformación en la sociedad andaluza. Para beneficio de una sociedad madura y para enfado de Vox, que el pasado miércoles en el Parlamento andaluz ha llamado «chantajistas y apesebrados» a los trabajadores del ente público. Una más.

Desde el Sindicato de Periodistas de Andalucía estamos apoyando estas movilizaciones para salvar de la quiebra al que hoy día es un factor esencial para la autonomía y la identidad andaluza.


Francisco Terrón es Secretario general del Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) y trabajador de Canal Sur Televisión.
@TerronFrancisco

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