Lo que lo cortés no quita
La respuesta a sacudir un avispero es tatuarse de ronchas el pellejo. En cualquier caso, a las avispas también las quiere Dios. Al fin y a la postre, son, como nosotros, sus criaturas. Nos diferencia [Seguir leyendo]
La respuesta a sacudir un avispero es tatuarse de ronchas el pellejo. En cualquier caso, a las avispas también las quiere Dios. Al fin y a la postre, son, como nosotros, sus criaturas. Nos diferencia [Seguir leyendo]